Illán GARCÍA

"Pongamos que la música es la ciudad y el comercio, la orquesta; no puede ser que parte de la orquesta esté desafinada, según está la situación económica actual", señala José Antonio Álvarez, gerente de la Unión de comerciantes de Avilés y comarca (Ucayc), entidad que aúna a decenas de pequeñas empresas. La pandemia ha castigado al comercio local "como ha ocurrido con otros sectores". "Está mal, fue una crisis inesperada y nos pilló con el pie cambiado, y afectó a todos los servicios, tanto al comercio como a la hostelería por la simple razón de que los establecimientos estuvieron cerrados tres meses", remarca Álvarez, quien insiste en que no les queda más remedio que reinventarse para mantenerse a flote y todo ello, remarca, ha de venir con una colaboración público-privada "y con un mensaje de unidad entre todas las partes". Ese es uno de los pilares de la comisión de reactivación económica (Crea) que ha impulsado el Ayuntamiento de Avilés con diversos agentes sociales y económicos entre los que se halla la Ucayc. Una de las claves será la adaptación de los negocios a la venta a través de internet.

Álvarez defiende que "nadie estaba preparado" para afrontar esta delicada situación económica pero esa colaboración público-privada va dando buenos resultados en tanto en cuanto se han facilitado ayudas de la administración a los autónomos, la petición de préstamos y las exenciones de tasas "que ayudan a paliar las graves consecuencias económicas".

Ahora, el comercio piensa en el futuro más próximo y la Ucayc tiene tres premisas claras de trabajo de cara a los próximos meses. La primera se centra en la seguridad, la segunda en la generación de liquidez y financiación y la tercera, en la promoción.

Álvarez desgrana cada una de esas premisas. "La seguridad es vital para las empresas, que son los primeros interesados en llevarla a cabo teniendo en cuenta la crisis sanitaria. Ofreceremos formación para esas empresas para volver a recuperar la confianza del público", señaló el gerente de la Ucayc, quien abundó en que los cursos de teleformación comenzarán en las próximas semanas y llevarán consigo un distintivo de calidad indicando que ese comercio o negocio de hostelería cumple con los criterios de calidad contra el covid-19. "La segunda parte es la liquidez para ayudar a empresas teniendo en cuenta que muchas de esas firmas están en ERTE y se han perdido numerosos empleos, en este apartado entra la administración con la reducción de tasas", explicó Álvarez. A su juicio, resulta necesario implementar acciones para, por ejemplo, plantear bonos-tienda para incentivar las compras de los consumidores en los comercios de proximidad.

"La intención es volver a fidelizar al cliente local", apuntó no sin antes recordar la tercera premisa para avanzar en la adaptación del comercio a la nueva realidad, la promoción. "Impulsaremos campañas turístico-comerciales para que la clientela se reencuentre con el comercio y para defender nuestras tiendas de proximidad y su cercanía frente a las aglomeraciones", defendió Álvarez, en alusión a las grandes superficies. El gerente de la Ucayc no dudó en remarcar la necesidad de adaptar los negocios a la venta online y velar por la digitalización de los comercios.

"Para ello, promoveremos cursos formativos, la adaptación de los negocios a las nuevas tecnologías para que mantengan su espacio físico y también online, siempre estaremos ahí para el asesoramiento de esas empresas en este campo", sostiene José Antonio Álvarez, que insiste, además, en la necesidad de colaborar entre los sectores público y privado para avanzar unidos contra la crisis por emergencia sanitaria.

El responsable de la Unión de comerciantes comarcal recordó asimismo que cualquier época de crisis, como la actual sanitaria y económica, ha de verse como una oportunidad para la ciudad frente a posturas negativistas sobre el futuro más próximo. "Tenemos que aprender a reinventarnos y buscar nuevos canales de comunicación con la clientela para que el comercio y la hostelería vuelvan a ser la orquesta afinada de una ciudad que sería la música", concluyó Álvarez.

Illán GARCÍA

Rafael Bonilla es el responsable de Hostelería de la Ucayc. Reconoce que la situación en la que se hallan actualmente los bares y restaurantes de la ciudad es "complicada". "Soy positivo y entiendo que todo va a volver a la normalidad, pero para ello todos tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad social, si cumplimos, lo demás va rodado", destaca Bonilla, que percibe las diferencias entre los locales que ya han abierto sus puertas, los que cuentan con terraza y los que no y los que están en ERTE. "La incertidumbre sobre el futuro es total en este sentido. Los locales tenemos que hacer previsiones para la mercancía y no sabemos más, cabe el peligro de perderla y no podemos permitírnoslo", señaló el hostelero. Sobre la organización de jornadas gastronómicas que puedan incentivar la asistencia a los locales, el responsable de Hostelería de la Ucayc considera que aún es pronto para promoverlas. "Considero que es necesaria cierta estabilidad, confío en que en el verano la situación vaya a mejor y la gente se anime a salir de casa para acudir a los negocios de hostelería y revitalizarlos", apunta Bonilla, que aún no se ha decidido a abrir su negocio.

"Abriré cuando la situación esté más normalizada, quizá en las próximas semanas", indica el empresario, que reconoce los "grandes esfuerzos" que están realizando desde su sector para sacar a flote la hostelería "adaptándose a las distancias de seguridad", las medidas de higiene ante el covid-19 e intentando ampliar sus ventas para así minimizar el "duro" impacto de haber cerrado los locales durante tres meses. "Esta situación nos frenó demasiado, entiendo que es cuestión de tiempo", defiende Bonilla, que tras hablar con varios proveedores, también le han trasladado la desigual venta en unos y otros negocios que abrieron sus puertas en pleno estado de alarma.