El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaudió ayer la gestión de su ministra de Industria en la crisis del aluminio. A la vez que hizo esto, cabreó a los representantes sindicales de Avilés -José Manuel Gómez de la Uz- y de La Coruña -Juan Carlos Corbacho-. El primero dijo: "Queremos pensar que Sánchez no sabe qué está diciendo, porque si lo sabe es que se está riendo de miles de familias". Corbacho apostilló: "Estas palabras prueban que Sánchez no se entera de lo que pasa en su Gobierno".

"El Ejecutivo de Sánchez avaló una venta de una empresa a un fondo que se lo revendió a unos piratas a los ocho meses, un grupo liquidador que no ha presentado un plan industrial como Dios manda y que tiene a dos tercios de los trabajadores sin trabajo efectivo", resumió De la Uz. "La salida que nos ha dado el Ministerio a día de hoy es una venta presuntamente ilegal con sospecha de estafa y fraude", apostilló Corbacho. "Lo que sí tenemos claro es que no dejaremos tranquilo al Gobierno hasta que nosotros estemos tranquilos", añadió el líder sindical gallego.

Las palabras de Sánchez que más han herido en Avilés y La Coruña fueron que Maroto había dado "solución y salida" a dos plantas de las que la multinacional Alcoa quería deshacerse. Esta "solución y salida" ha dejado las instalaciones, a juicio de los trabajadores, en el alambre (en Avilés sólo funciona un horno de los ocho, por ejemplo; el pago de la nóminas se hizo con retraso y el abono a proveedores no es regular).

Argumentos de Riesgo

Grupo Industrial Riesgo, a través de un comunicado de prensa emitido ayer, aseguró que había "aportado notarialmente todas las garantías requeridas por los vendedores originales de las plantas [Alcoa], así como también la transparencia y el compromiso del futuro cumplimiento del acuerdo firmado originalmente por el vendedor y comprador anterior [Parter]". De tal modo, que están en disposición de "volver a un estado natural de tranquilidad y transparencia para garantizar los empleos y acuerdos prometidos". Alcoa lleva semanas pidiendo que bien Riesgo, bien Parter, cumplan con el convenio de julio pasado.

El apagado del horno de reciclado se produjo, dice Riesgo, porque lograron "cerrar un acuerdo importante con un proveedor de chatarra y necesitábamos parar para darle mantenimiento a la bomba magnética de la misma, al igual que unas chimeneas de la planta que tenían problemas de fijación".

Riesgo aplaudió a la Xunta y reprobó al Principado: "Con la Xunta tuvimos la oportunidad y agradecimos la oportunidad de que nos dejaran explicarnos". Para Riesgo el Principado no es de confianza: "No nos permiten presentar nuestro proyecto de manera presencial. Se escudan en que quieren nuestro proyecto completo", apuntan. Reprochan que cuando enviaron "las líneas generales del proyecto en una presentación por mail" las comentaron con los medios de comunicación. "¿Piden confianza y luego actúan así?"