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"Patrimonio como el Museo de Anclas merece tener un reconocimiento"

La ruta por las banderas azules continúa en Salinas, principal enclave turístico del concejo con una de las playas más concurridas de la región y con el Museo de Anclas "Philippe Cousteau", situado en La Peñona. Por la senda del centro museístico al aire libre caminan Juan San José y Diana Moreno, madrileños residentes en Oviedo que disfrutan de "un patrimonio que merece tener un reconocimiento" como la bandera azul. La concesión de ese distintivo está sujeta a la reparación de ese enclave que recibe miles de visitantes al año. "Es necesario mantener en buen estado el Museo de Anclas", señalan los madrileños, que ensalzan el "valor añadido" que supone el hecho de mantener año tras año el distintivo de calidad.

Arturo López y Carolina Martínez son de Gijón y están pasando el día en Salinas cuando les aborda LA NUEVA ESPAÑA. "Hay que conocer lo que tenemos al lado de casa, que muchas veces no se valora", afirma la pareja, que destaca la importancia de los reconocimientos "azules" para destacar la promoción turística. "Hay ocasiones en las que se paga mucho dinero por viajar fuera cuando en Asturias, a pocos kilómetros, tenemos lugares increíbles", remarcan. Mientras tanto, algunos bañistas bajan las escaleras que separan el paseo marítimo de la playa de Salinas. Algunos tiran fotos y otros esperan a que claree más el día para pegarse un chapuzón. A lo lejos, un hombre remoja sus pies en el Cantábrico que baña la playa de la comarca avilesina por excelencia, la que en días de sol llega a llenar autobuses desde Corvera y Avilés y apenas queda un aparcamiento libre en las zonas más próximas al arenal. Esos méritos hacen que Salinas sea una de las banderas azules fijas de los últimos años.

Como expresa el avilesino Carlos Martínez Guardado, las banderas azules "protegen el patrimonio ecológico, cultural y natural del litoral" y esas distinciones dan un plus de calidad a un entorno como Castrillón, que le ayuda a estar en la primera línea de los municipios turísticos del Cantábrico. "Siempre lo digo: perder una bandera azul es como perder una estrella Michelin, es más noticia perder que conseguir", concluye Guardado, promotor de las distinciones azules para los senderos.

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