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Un equipo "sobresaliente" contra el covid-19 en Cabruñana

Parte del personal que estuvo al frente de la "unidad covid-19" del Hospital de Avilés, ayer. M. VILLAMUZA

La Fundación Hospital de Avilés hace ya más de mes y medio que dio el alta médica al último paciente ingresado por coronavirus. Aquel 4 de mayo fue un día de felicidad, y el inicio del camino hacia la nueva normalidad. Paulatinamente, el centro, con una unidad para pacientes infectados por el covid-19 en el ala Marañón y otra para convalecientes por el virus en el ala Jiménez Díaz, recuperó las consultas y la actividad en los quirófanos aunque extremando las medidas de seguridad. Al frente de la unidad covid-19 del complejo sanitario de la calle Cabruñana estuvieron profesionales que se mantuvieron firmes frente a la adversidad e hicieron equipo. "Si algo me enseñó este virus es que hay gente maravillosa que ama su profesión", manifestó el gerente del Hospital de Avilés, José Menéndez Guerra, que hace alusión al nuevo coronavirus con solo dos palabras: "Es devastador". Al Hospital de Avilés llegaron en todo momento pacientes infectados geriátricos, con una media de edad muy elevada. La única condición para el ingreso en este centro era que no precisaran respirador artificial. Tres médicos, diez enfermeras (incluida la supervisora), catorce auxiliares y tres limpiadores sacaron adelante dicha unidad con "dedicación sobresaliente". Ahora el centro ha retomado la actividad habitual y hace días que practica cirugías. También ha abierto de nuevo las puertas de consultas externas y sigue actuando como un pilar indispensable del San Agustín en el área sanitaria avilesina.

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