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Tres de cada diez refugiados en Avilés tenían trabajo y vivienda antes del covid

La ciudad acoge a 201 personas con solicitud de protección, la mayoría entre 18 y 49 años y con estudios secundarios o superiores

Fatima Aljawish, refugiada siria residente en Asturias. RICARDO SOLÍS

Asturias contabiliza a día de hoy 1.174 de refugiados que, desde enero del año pasado, han solicitado protección internacional. Se trata de personas que se han visto obligadas a escapar de su lugar de origen o residencia a causa de la guerra, la violencia o la persecución. De todas ellas, 201 formalizaron su solicitud a través de la sede de Avilés de Accem, ONG que trabaja para mejorar la calidad de vida de refugiados, migrantes o colectivos más vulnerables. El resto de solicitudes fueron tramitadas en las sedes del colectivo de Gijón (576) y Oviedo (406). Cabe destacar que de las personas refugiadas que llegaron a Avilés en los últimos meses, 56 ya han superado la fase de acogida, que dura medio año, y están en la de integración social, que supone que residen de forma autónoma en sus propias viviendas. Y tres de cada diez, además, contaba con trabajo cuando irrumpió el nuevo coronavirus en España. De ahí que, como centenares de personas, estos refugiados estén ahora viviendo las consecuencias económicas derivadas de la pandemia resumidas en despidos laborales o Expedientes de Regulación Temporal de Empleo.

"De los refugiados llegados a Avilés desde comienzos del año pasado hasta hoy (201, de los cuales 126 son hombres y 75 mujeres), el treinta por ciento tenía ya una vida normalizada en la ciudad antes del covid-19. Contaban, eso sí, con ayudas por parte de Accem a nivel socioeducativo, sanitario, sociolaboral, psicosocial, jurídico y también de apoyo para su integración en la comunidad", subrayó Javier Mahía, responsable de Accem en Asturias. La media de edad de éstos que han solicitado protección internacional oscila entre los 18 y los 49 años y la mayoría tiene estudios secundarios o superiores.

Añadió Mahía: "Si analizamos cómo está afectando la pandemia a personas residentes en Avilés descubrimos un impacto social y emocional importante. Social porque muchas personas que residen en el municipio venían desarrollando actividad formativa y laboral que se ha visto paralizada por el propio confinamiento, muchos han perdido empleo, y están ahora reactivando la búsqueda de un puesto de trabajo. Otros están con ERTE". Esas 56 personas ya en fase de integración están estructuradas en ocho familias, y diecinueve más han desarrollado un proyecto de petición de asilo de forma solitaria. Otras cinco son familias monomarentales.

A todos ellos con hijos pequeños, Accem les ha prestado ayuda, que continúa a día de hoy, a nivel educativo. "Trabajamos vía online y ahora de forma presencial. En total hemos colaborado con un total de veinte menores con las tareas propuestas por los colegios donde se encuentran escolarizados y hemos ofrecido apoyo en el uso y manejo de nuevas tecnologías", precisó el responsable de Accem en Asturias, que hoy levantará la voz para reivindicar una vez más los derechos de las personas refugiadas que llegan a España.

Desde Accem están especialmente preocupados, como hacen constar en el manifiesto institucional, por las consecuencias que las medidas tomadas para la contención de la pandemia originada por el covid-19 pueden tener para las personas refugiadas y para salvaguardar de manera efectiva el derecho de asilo en España.

Con motivo del estado de alarma decretado en nuestro país se tomaron una serie de medidas en relación al asilo, como la paralización de todos los plazos de los procedimientos en curso o la renovación automática de la documentación, que desde Accem saludamos positivamente, pues estaban dirigidas a garantizar derechos y a proteger a las personas. Sin embargo, estas medidas de emergencia también implicaban la paralización temporal de la posibilidad de solicitar asilo en España. En este momento, es necesario clarificar el modo en el que se va a garantizar a corto y medio plazo el ejercicio del derecho de asilo en España", apunta Javier Mahía, responsable de la ONG en Asturias, que urge que se articulen y se hagan verdaderamente efectivas vías legales, seguras y reales para los refugiados, que son personas que escapan de sus países porque se no le garantiza protección y seguridad.

Por todas estas personas, la mayoría jóvenes en edad laboral, el colectivo alzará hoy la voz y ha organizado un ciclo de conferencias que se podrá seguir online.

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