La adjudicación el pasado mes de marzo a la empresa Excade por un importe de 12.380 euros de los trabajos de derribo del centro de bombeo de agua que daba servicios a las baterías de coque fue solo el aperitivo de lo que se avecina: el desmantelamiento de todas las edificaciones y estructuras de la coquería avilesina. Sepides, la sociedad estatal que pilota el proceso para convertir los 350.000 metros cuadrados que ocupan las viejas baterías de coque en un polígono industrial que sea referente nacional por sus características, está en condiciones de iniciar en unas semanas la fase 3 de su plan de acción: las demoliciones a gran escala.
El coste estimado de estos trabajos es de 14,5 millones de un total de 40 que son los que el presidente de Sepides, Antonio Cervera, calcula que se gastarán en total. El plan global de Sepides consta de cinco fases; la cuarta consiste en el saneamiento del suelo y la quinta, en la urbanización y parcelación.
Antonio Cervera tiene previsto visitar hoy Avilés y mantener una reunión con miembros del equipo de gobierno a los que explicará los avances cosechados desde que el pasado mes de enero compareció en el salón de actos del Ayuntamiento para dar a conocer el cronograma de trabajo. De entonces acá los técnicos de la sociedad estatal no han parado pese al trastorno derivado de la declaración de estado de alarma por la pandemia de covid-19 y prueba de ello es el derribo, ya concluido, de la central de impulsión de agua.
Por parte municipal, hay deseos de conocer la zonificación de usos de parcelas que propone Sepides, así como de contrastar con los responsables del desarrollo de esos terrenos el encaje del plan urbanístico diseñado para las baterías con las previsiones del planeamiento urbano de la ciudad, así como las interrelaciones que deban establecerse entre el futuro polígono industrial de baterías de coque y los espacios de desarrollo del área de la ría: la nueva centralidad, el entorno del Niemeyer y la futura solución ferroviaria.
Todas las acciones desarrolladas a través del Plan director de baterías contarán con el sello de calidad ambiental (verde) otorgado a los parques logísticos comprometidos con el desarrollo sostenible y alineado con los compromisos de la Agenda 2030.
