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Buscan espacios para reubicar a alumnos de los centros públicos con más matrícula

Educación elabora un estudio para que haya un máximo de quince niños por aula en los colegios de Sabugo, El Quirinal, Palacio Valdés y Enrique Alonso

Por la izquierda, Nuria Delmiro, Mariví Monteserín, Carmen Suárez y Ana López Isla, ayer, en el Ayuntamiento. Ricardo Solís

La pandemia por coronavirus ha abierto un melón que hasta hace pocos meses era impensable. Ha trastocado planes empresariales, sociales, económicos y también ha afectado al sistema educativo. Las medidas de distanciamiento social obligan a restructurar las aulas en los colegios con un mayor número de matrículas para evitar así que haya más de quince alumnos por aula. De ahí que la consejera de Educación, Carmen Suárez y la directora general de Planificación e Infraestructuras educativas mantuvieran una reunión en Avilés con la alcaldesa, Mariví Monteserín y la concejala de Educación, Nuria Delmiro para tratar este asunto. Los planes de la consejería pasan porque haya un sistema presencial total en las aulas de Infantil y Primaria a partir de septiembre, detalló Delmiro, que avanzó, además, que el Ayuntamiento elaborará un estudio para buscar espacios municipales donde poder impartir clases para que no haya más del número máximo de alumnos por aula. "La idea es buscar centros sociales o bibliotecas próximos, al lado de los centros, pero en el caso de Avilés no existe ninguna instalación de este tipo cercana a los cuatro colegios afectados", señaló la edil de Educación tras la reunión con la Consejera. Esos cuatro centros en cuestión son El Quirinal, -que es el colegio público con más alumnado y su previsión pasa por contar con 655 estudiantes el próximo curso-, el Enrique Alonso, con unos 425 alumnos; el Sabugo, con 200 y el Palacio Valdés, con cerca de 400. En el caso del tercer centro, el de Sabugo, no solo importa el número de alumnos sino también la distribución del centro, que el pasado curso escolar cumplió sus primeros cien años de vida.

"La de hoy -por ayer- es una reunión de coordinación, de puesta en común, para conocer el número de alumnado y las necesidades que existen. Por el momento contamos con un buen diagnóstico y, ahora que lo tenemos encima de la mesa, vamos a estudiarlo", señaló Nuria Delmiro, quien indicó, además, que los centros públicos de la ciudad enviaron recientemente un cuestionario a la consejería de Educación en el que exponían sus necesidades de cara al próximo año educativo, que comenzará en septiembre y todo después de que los niños y docentes tuvieran que dejar de lado las clases presenciales para sustituirlas por las telemáticas durante el estado de alarma, que finalizó hace pocos días por culpa del covid.

Los espacios municipales disponibles y bibliotecas suelen estar situados en los barrios periféricos de la ciudad, cuando el mayor número de matriculaciones están en los colegios del centro, todo ello teniendo en cuenta las posibilidades de espacios de cada uno de los colegios.

Ya por la tarde, Nuria Delmiro participó en la comisión permanente del consejo escolar municipal en la que analizó las medidas adoptadas durante el estado de alarma.

Así, la edil de Educación explicó las gestiones municipales contra la brecha digital por la falta de ordenadores y conexiones a Internet, que derivaron en una donación de Asturiana de Zinc de 250 ordenadores que fueron entregados a los centros para su reparto a las familias, y otros 359 routers con su tarjeta de datos de que el Ayuntamiento de Avilés aportó para que los estudiantes dispusieran de conexión a Internet 4G para realizar sus tareas escolares. Además, el Servicio de Educación centralizó en los telecentros el asesoramiento respecto a la puesta en marcha de los equipos, y envió una encuesta a los centros para que indicaran las necesidades no solo de soportes telemáticos, sino también de material impreso. También se amplió a tres centros educativos, los CEIP Sabugo, Marcelo Gago y Poeta Juan Ochoa de La Luz, el proyecto de refuerzo socioeducativo. Igualmente, Educación coordinó el protocolo de limpieza y desinfección contra el covid-19. En este proceso el servicio de Prevención de Riesgos Laborales colaboró en la señalización de los centros y resolvió dudas y necesidades surgidas en cada centro. "Los protocolos de seguridad fueron coordinados con la Consejería de Educación del Principado", indicó Delmiro, quien avanzó que su área trabajó codo con codo con Servicios Sociales para la gestión de ayudas a familias bonificadas con el comedor escolar con el fin de compensar el cierre temporal de los centros y, con ello, el de los propios comedores.

El consejo escolar municipal está formado por representantes de las asociaciones de padres y madres y el profesorado de los centros públicos de Primaria, Secundaria y Bachillerato, y también por representantes de los centros concertados de la ciudad y los grupos políticos de la Corporación.

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