Varios usuarios de la explanada próxima a la estación de Feve de la cale del Muelle usada desde hace décadas como improvisado aparcamiento de coches a la entrada de Avilés se llevaron ayer la desagradable sorpresa de ver que sus vehículos habían sido objeto de daños de diferente consideración durante la madrugada del martes. En los peores casos, los propietarios tuvieron que lamentar la rotura de ventanillas, una acción que más que a vandalismo parece apuntar a un móvil de robo de objetos en el interior de los automóviles. En otros coches los daños se centraron en los retrovisores, destrozados a golpes. Alguno de los primeros propietarios que comprobaron in situ los daños llamó a la Policía Local, que envió a la zona a una patrulla de agentes para dejar constancia de los destrozos. Ese expediente policial podría ser de ayuda a los afectados que dispongan de un seguro a todo riesgo de su vehículo si deciden dar parte de lo ocurrido. Para desgracia de los automovilistas que suelen aparcar en la explanada de la estación de Feve, la de anteanoche no fue la primera vez que los vándalos o los cacos se ceban con los coches allí aparcados; existen precedentes y un denominador común: la impunidad de los autores.
