Javier Sagardía graba con su cámara cada detalle de la procesión de San Juan en La Arena, un desfile con un destacado sabor marinero que este año "no hubo más remedio que adaptarlo" a las normas sanitarias. Tal fue así que las personas que acompañaron el recorrido desde la iglesia al Nalón y vuelta portaban mascarilla y mantenían la distancia de seguridad. "Había que salir este año en procesión y más después de tantos muertos por la pandemia, este es nuestro homenaje", señala Manolo Álvarez, miembro de la sociedad de festejos de La Arena. Las normas sanitarias afectaron también al número de imágenes que suelen portarse durante la procesión de San Juan. Si en condiciones normales suelen salir diecisiete, ayer solo pudieron cinco: la Virgen Covadonga, la de San Juan, el Carmen, San Telmo y por último, la Sagrada Familia.
Y el camino habitual también tuvo que reducirse considerablemente. "Tenemos que tomar las precauciones que hay que tomar", señaló el párroco de La Arena, José María Menéndez, momentos antes de iniciar el paso. "Tuvimos que sacar los santos más importantes, no todos y nos adaptamos, lo que no podíamos era pasar sin la procesión", señaló Susana Martínez.
Los portadores de las imágenes iban vestidos de marineros y en uno de sus brazos llevaban un crespón negro. "Es por la pandemia", señaló Juan Manuel Fernández, en pleno recorrido procesional.
María José Suárez y Paco Viguera llevan mascarilla y están a la puerta de la iglesia. Son fieles a la procesión de San Juan. "No se puede hacer la procesión de otra manera, no queda otra, la ley hay que cumplirla", señaló la pareja, que entiende que las tradiciones "hay que mantenerlas" y más aún después de que el pasado año, la lluvia impidió festejar el día de San Juan "como tiene que ser". Esta fiesta de interés turístico regional suele recordar siempre a los marineros fallecidos con la bendición de las aguas del Nalón y este año también homenajeó a las víctimas por covid-19.
