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Los arquitectos rechazan ampliar el PEPA: "Un polígono así es de otro siglo"

El colegio de profesionales reclama a las administraciones que Baterías se sume a la Isla de la Innovación: "Ese sí es un proyecto magnífico"

Baterías de Avilés tras el desmantelamiento del centro de bombeo de agua. RICARDO SOLÍS

Al Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias no le convence aún el "quizás" que se marcaron el jueves el concejal Manuel Campa y la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín. Los dos políticos dijeron que la ciudad estaba "en camino" de indultar uno de los gasómetros. "El otro no está en condiciones", recalcó la regidora. Y la institución no está convencida porque su petición era mucho más ambiciosa. José Ramón Puerto, el vicedecano del Colegio Oficial, fue claro: "No tiene sentido una ampliación del PEPA (polígono empresarial "Principado de Asturias") como esa de la que están hablando. Es de otro siglo", aseguró.

La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) apuesta, precisamente, por hacer mayor el polígono de la ría. "Primero nos dijo que había que tirarlo todo, luego nos dicen que no, que se guardan un gasómetro... parece que nos están entreteniendo", señaló el arquitecto que sostiene que "no sólo" el gasómetro, "también las chimeneas" forman parte intrínseca" de Avilés. "Es como la Puerta de Alcalá a Madrid", subrayó.

"Baterías de Avilés supone menos del 10 por ciento del total del suelo industrial que se quiere liberar. Y lo que reclamamos es que se recupere es una porción de nada de esas Baterías", apuntó Puerto. "No parece que las baterías de Zollverin, en Alemania, sean declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que nosotros lo que hagamos sea derribarlas", se lamentó el arquitecto. "No hay tantas industrias como estas en el mundo: un ciento de ellas. Ahora, un ciento de ellas menos una", cerró su argumento.

Pese a todo esto, lo que defienden los arquitectos no es el patrimonio por el patrimonio, la historia por la historia, la estética por la estética. "El proyecto de ofrecer suelo industrial como se hacía en los noventa no es el mejor de los atractivos para la ciudad. A la vista está: el PEPA tiene ya algunos años, más de veinte, y todavía no se ha llenado del todo. No hay que irse muy lejos para ver qué hay que hacer. A un paso de las Baterías está la Isla de la Innovación. Ese sí que es un proyecto magnífico, un trabajo de Bilbao Ría 2000, la sociedad pública que consiguió que en la orillas de la ría del Nervión conviviese el Guggenheim con empresas TIC y todo con vivienda. De eso va la Isla de la Innovación y de eso debería ir también esa ampliación al estilo de calle A, calle B y calle C que planean", explicó el vicedecano de los arquitectos asturianos.

Pero todo esto no está en los planes del gobierno municipal. En el Pleno del jueves, el teniente de alcalde, Manuel Campa, explicó que el desarrollo del proyecto de Baterías es cosa de los dueños de esos suelos, esto es, de la SEPI. Ellos son los que tienen que desarrollar un proyecto cuyos pliegos de condiciones los tiene que aprobar el Consejo de Ministros. "Luego nos puede instar a modificar el Plan Urbano". El Colegio de Arquitectos, aseguró Puerto, ha reclamado información sobre cómo se va a desarrollar la ampliación del polígono de la ría. "Todavía la estamos esperando", aseguró. Y esta reclamación se ha hecho porque ejemplos de derribos sin remisión ya cuenta la historia reciente de Avilés (la Térmica de Ensidesa, por ejemplo). "Pero también proyectos modélicos: nos encanta lo que hizo el Ayuntamiento con La Curtidora. Hicieron eso y ahora ¿van a permitir tirar las Baterías? No parece que esa sea la respuesta", comentó el vicedecano de los arquitectos.

Los usos posibles para la coquería son incontables, dice Puerto: "Lúdicos, culturales, industriales, laborales... no se trata de no tener dinero, se trata de saber decidir qué se hace con ese dinero. ¿Quieren eliminar la imagen que resume la vida avilesina desde hace setenta y pico años?" Puerto habló del acueducto de Segovia. "Es la seña de identidad de la ciudad, pero también es una infraestructura: servía para llevar agua. Hace siglos que no se utiliza para eso. ¿Lo tiramos? Por supuesto que no", apuntó .

"Tenemos la oportunidad de ampliar un proyecto magnífico incluyéndolo en la ciudad. Eso era la Isla de la Innovación", concluyó diciendo el vicedecano de los arquitectos

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