El 14 de junio de 1975 los miles de aficionados que acudieron al estadio "Santa Bárbara" disfrutaron como en pocas ocasiones lo ha hecho la parroquia futbolística avilesina: el Ensidesa ganó 3-1 al Baracaldo (goles de San Cayetano, "Teca" y Novo) y la segunda parte fue una fiesta en las gradas, pues el equipo local ya había metido su tres goles en la primera y ese resultado holgado, más la victoria a domicilio (1-2) de la eliminatoria de ida, ponía en bandeja el ascenso del "Ensi" a Segunda División. Cuando Juan Andújar Oliver -el mismo que acabaría ganando dos veces el trofeo "Guruceta" al mejor árbitro de Primera División- pitó el final del partido, estalló el júbilo y los 18 integrantes de la plantilla del Ensidesa, más la directiva y el cuerpo técnico, entraron en la historia del fútbol avilesino.
Con motivo del 45.º aniversario de aquel meritorio ascenso del Ensidesa, el historiador del fútbol avilesino Jorge Valverde ha contactado con catorce de los jugadores que integraban el plantel del equipo fabril para darles voz y evocar aquella temporada excepcional. El resultado es un vídeo subido al canal YouTube donde los exfutbolistas narran, algunos de forma emocionada, lo que supuso en sus vidas llevar al Ensidesa a la categoría de plata del fútbol español. Los testimonios de los exjugadores inciden en la relevancia que tuvo en aquel proyecto la figura del presidente, Juan Muro de Zaro; el buen ambiente que fraguó entre los componentes de la plantilla y el impulso que dio la afición convirtiendo ca domingo el estadio de Llaranes en una olla a presión que daba un plus de energía a los locales.
De los dieciocho integrantes de la plantilla del Ensidesa que logró el ascenso en la temporada 1974-1975 han fallecido tres: el portero Miguel Jiménez, el lateral José Antonio Vallina y el centrocampista Miguel Ángel Rodríguez. También falta desde 2017 Toni Cuervo Fernández, el entrenador nacido en Oviedo que dirigió el plantel del ascenso dotándolo, según dejaron escritos los periodistas de la época, de un estilo caracterizado por el juego al contraataque. Algunos de los expupilos de Cuervo también tienen palabras de recuerdo agradecido para quien fue su técnico en el año de su consagración como futbolistas "de plata".
El que fue capitán del Ensidesa en aquella inolvidable temporada, Toni Quirós, es leyenda viva del desaparecido club, pues ostenta el récord de partidos jugados con la camiseta granate: 330. El mensaje que traslada a iniciativa de Jorge Valverde es propio de quien portó tantos años el brazalete de capitán, pues aparte de no olvidarse de los compañeros que se han ido tiene palabras de agradecimiento para "todos los que hicieron posible, dentro y fuera del campo, el logro extraordinario de que un equipo de barrio como era el nuestro subiese a Segunda División".
El portero de aquel equipo, Alfredo Lombardía, era también el más veterano, de hecho en el vídeo de Valverde comenta que había venido al Ensidesa a retirarse del fútbol y reseña que tuvo el honor de "participar en algo tan bonito como fue el ascenso". El vasco Iñaki Atucha dice guardar un "gratísimo recuerdo de la afición" y reseña que el trato que le dispensaron en Avilés fue "digno de ser recordado siempre".
El jienense Antonio Raya, recién jubilado de profesor de la Universidad de Granada, es de los que hace una mención agradecida al presidente del Ensidesa, Muro de Zaro, la personificación de un club que le marcó: "Fue un época que recuerdo de forma entrañable".
Gonzalo González evoca lo reñido que estuvo aquella temporada el liderazgo de la Tercera División, que se disputaron el Ensidesa y el Deportivo cayendo finalmente del lado de los coruñeses, lo cual no fue óbice para que el "Ensi", en su condición de subcampeón jugase la promoción contra el Baracaldo y lograse el ascenso. José Antonio Novo lanza la propuesta de celebrar el 50º aniversario de la gesta del ascenso "dentro de cinco años". Y Juan Valdés deja constancia de que ascender de Tercera a Segunda no era moco de pavo "cuando en España solo había tres categorías de fútbol profesional".
Veli Espinedo y Luis Gabriel García, dos de los centrocampistas del Ensidesa del ascenso, evocan un "tiempo maravilloso" y destacan que si sus compañeros eran buenos como futbolistas "aún eran mejores como personas".
Juan Rico, otro de los foráneos de aquel equipo reforzado con jugadores cedidos por clubes españoles punteros, asegura que jamás ha olvidado su estancia en Avilés y que lleva al Ensidesa en su corazón. Pepe Balmori redunda en una de las probables claves del éxito del "Ensi". "Además de una plantilla, éramos un grupo de amigos y eso se notaba en el campo; el vestuario, de hecho, era campo abonado para bromas". Bromas que se acababan sobre el césped, porque ahí el Ensidesa demostró que era un serio equipo capaz de codearse con los mejores clubes españoles.
