La sociedad mixta que asumió hace una década la gestión del servicio público de agua en Avilés ha invertido ocho millones de euros en más de sesenta obras para resolver los problemas detectados en la red y prevenir la aparición de otros nuevos. La alianza pública y privada entre el Ayuntamiento y Asturagua tomó forma en enero de 2010 bajo la firma Aguas de Avilés y entre protestas por la privatización de un servicio público. El socio privado de la empresa mixta, Asturagua, se comprometió entonces a destinar a inversiones 17 millones de euros en los 25 años de duración del contrato. La cantidad ya ejecutada representa el 47 por ciento de ese compromiso cuando ha transcurrido el 40 por ciento del periodo de gestión.
"Las obras han supuesto un importante avance en la calidad del servicio ofrecido al ciudadano y, además, constituyen una garantía de que en el futuro se mantendrán esos estándares. Han permitido, en unos casos, mejorar las instalaciones e infraestructuras y, en otros, renovar y modernizar las redes de abastecimiento y alcantarillado", destacan desde Aguas de Avilés, que cumpla su primera década gestionando el servicio.
Son varias las actuaciones que se han acometido para asegurar la calidad del agua. Dos millones se han invertido en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de La Lleda, una suma que ha permitido renovar la mayor parte de los equipos y maquinaria de la planta potabilizadora, todas las conducciones interiores y las válvulas de operación, el sistema neumático, así como los filtros y sus sistemas de lavado. "Se ha logrado optimizar el rendimiento de la planta, mejorando cada uno de los procesos y aumentando su eficacia, lo que se traduce en un agua de calidad óptima con todas las garantías. Además, se ha reducido el riesgo de averías en la planta", aclaran desde la firma.
Otras dos obras importantes realizadas en las instalaciones e infraestructuras han sido la renovación y mejora del bombeo del río Magdalena y la construcción de un almacén en la parcela anexa a la ETAP, con el que se asegura la disponibilidad de stocks de todas las piezas y materiales necesarios para la reparación inmediata de cualquier avería que se produzca en las redes de la ciudad.
Junto a ello, casi cinco millones de euros se han destinado a la renovación y modernización de las redes de abastecimiento y saneamiento, Concretamente ha renovado 17 kilómetros de la red de abastecimiento y 7 kilómetros de la red de saneamiento de la ciudad. Con estas actuaciones se ha aumentado el rendimiento técnico hidráulico de la red de distribución de agua (actualmente se sitúa en el 81,5%, lo que supone una mejora de casi un 40% respecto al valor inicial en estos diez años) y se ha incrementado la calidad del agua, con mayores garantías sanitarias y una reducción de las filtraciones. Además, "estas mejoras permiten que se produzcan menos interrupciones del suministro al reducirse el número de averías y, por tanto, las obras por reparaciones en las calles", explican desde la empresa.
Aguas de Avilés también ha incorporado nuevas tecnologías a la gestión del servicio, como la aplicación GOT (Gestión de Operaciones sobre el Terreno). Permite que los trabajos que han de realizarse se planifiquen de manera centralizada y homogénea, minimizando así los desplazamientos de los operarios y, en consecuencia, se reduce el consumo de combustible, disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono.
Los operarios pueden tener una visión más global de la red gracias al Sistema de Información Geográfica AGIS Mobile. "Mediante un mapa, pueden consultar la información relativa a todos los elementos de las redes de abastecimiento y alcantarillado, como acometidas, válvulas de seccionamiento, conducciones... Además, pueden incorporar nuevos elementos, modificar los que ya existen o localizar averías. Así se consigue un inventario actualizado y un conocimiento exhaustivo de los equipos e instalaciones. Además, se eliminan los planos en papel, sustituyéndolos por información digital", añaden desde la firma.
Las mejoras tecnológicas incluyen herramientas que permiten detectar de manera temprana las posibles fugas en la red, que está monitorizada de forma continua, y para que el agua llegue a los hogares con una calidad óptima se ha instalado una sonda espectrofotométrica en el bombeo de La Magdalena. Minuto a minuto se miden diversos parámetros del caudal, como la turbidez. Esta sonda está controlada de forma remota y, mediante un sistema de alarmas, advierte en tiempo real de cualquier cambio en la calidad del agua. Gracias a ello es posible actuar de inmediato ante cualquier alteración.
El big data también está presente en el servicio de aguas avilesino. El sistema utilizado permite conocer en todo momento los datos de la red de abastecimiento, una cuestión " clave para obtener una visión de conjunto del sistema".
