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Alejandro Arestegui, letrado

El actor avilesino vuelve a la escena para dar vida a uno de los abogados malvados de "Ana Tramel", la nueva serie que protagoniza Maribel Verdú y que dirige Gracia Querejeta

Alejandro Arestegui, letrado

La primera vez que el actor avilesino Alejandro Arestegui se subió a un escenario de su pueblo lo hizo para dar vida Tom Wingfield. Este Wingfield decía las palabras que había escrito para él el dramaturgo norteamericano Tennessee Williams. Era "El zoo de cristal" y era el Centro Niemeyer. "Estos días hemos empezado a grabar las primeras secuencias de la serie 'Ana Tramel'. La están dirigiendo Gracia Querejeta Salvador García Ruiz. La va a protagonizar Maribel Verdú", cuenta el actor que atiende la llamada telefónica de LA NUEVA ESPAÑA con su hijo de cinco meses en brazos. "Estamos en Candeleda, en Ávila. En unos días volveré a Avilés", promete. Arestegui y su familia pasaron su confinamiento mirando a la sierra de Gredos.

Gracia Querejeta es la de "El último viaje de Robert Rylands" o "Estación de paso". Ha tenido a sus órdenes a la Verdú en un buen puñado de ocasiones. En "Oleada de crímenes", en "15 años y un día" y en "Siete mesas de billar francés", por ejemplo. Verdú ganó con esta última uno de sus premios Goya. García Ruiz, por su lado, debutó con "Mensaka", que fue su particular versión de la segunda novela de José Ángel Mañas, pero su carrera como guionista es más que celebrada: "El otro barrio" o la serie de televisión "14 de abril. La república".

"El mío es un pequeño papel. Se llama Francisco Arias y es uno de los ayudantes del personaje que interpreta Joaquín Climent: el ayudante del supermalo", desvela con prevención. "No puedo decir nada más, que tengo miedo a hacer espóiler", apostilla Arestegui. De fondo se escuchan los balbuceos del pequeño de casa."Había hecho la prueba hace tiempo, pero con todo esto del covid-19 hubo que volver a trabajar los guiones de acuerdo con los todos los protocolos de salud", dice el actor que debutó en Avilés de la mano de Silvia Marsó. Y eso que llevaba la tira de años dedicándose a la interpretación (casi siempre desde Madrid).

Arestegui ya ha hecho unas pocas sesiones: en Pamplona, que es la ciudad que va a centralizar la grabación de la serie que se alargará hasta el próximo mes de octubre.

La serie tiene ocho capítulos. Y los tiene porque se basa en una novela escrita por Roberto Santiago. "Es también uno de los guionistas de la serie. Y eso ayuda mucho", cuenta el actor. La novela de Santiago en realidad se titula: "Ana". Sólo "Ana". Los productores han incorporado el apellido y una pista para los espectadores: "El juego". Arestegui no da más datos, pero la sinopsis del libro sí: "Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso en su pasado cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato del director del Casino Gran Castilla".

La serie a la que se ha sumado el actor avilesino está producida por RTVE, Tornasol, DeAPlaneta y ZDF Enterprises. "Un thriller de investigación judicial, protagonizado por Maribel Verdú, que se adentra en el mundo del juego", apuntan.

La lista que encabeza Maribel Verdú y que cuenta con el avilesino Alejandro Arestegui suma talentos sin número. Por ejemplo, Israel Elejalde, que es uno de los directores de El Pavón Kamikaze y el último Ricardo III de la cartelera española, la popularísima Natalia Verbeke, los teatrales Luis Bermejo, Víctor Clavijo. Y, además, a Elvira Mínguez, a Joaquín Climent y a Nancho Novo.

Los focos empezaron a iluminar a Alejandro Arestegui allá por 2002, con "El príncipe y la corista", la comedia que giró por toda España y cuyo reparto encabezaron Emilio Gutiérrez Caba y María Adánez y que tomaba como base la película clásica de Marilyn Monroe y Laurence Olivier.

El director de aquella comedia fue Francisco Vidal, el mismo de "El zoo de cristal", la obra que le trajo a un escenario en su pueblo. Lo es, de hecho, desde 1976.

Ha dirigido un montón de funciones. Y, últimamente, un cortometraje. "Pero de eso ya hablaremos otro día", señala.

La última vez que se subió a la escena fue, de nuevo, en el Niemeyer. El Niemeyer se le ha pegado a Arestegui y no todavía el Palacio Valdés, que es como una catedral (este año celebra sus primeros cien años de nada). Fue un escritor frustrado en una tragedia grave de Tenessee Williams y fue pintor desenraizado en "Tristana", de un Galdós también centenario.

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