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Las zabarceras lloran su condición errática

Las vendedoras, reubicadas en Rui Pérez, dicen que no es su sitio: "Queremos los soportales de Hermanos Orbón"

Las zabarceras lloran su condición errática

Las zabarceras instalaron ayer sus puestos en la calle Rui Pérez, pero quieren volver a la plaza Hermanos Orbón y ocupar el puesto que muchas tienen todos los lunes desde hace muchos años. La "nueva normalidad" y el distanciamiento social ha obligado al Mercado de Avilés a buscarles una ubicación en la que se cumplan las medidas de distanciamiento. El perímetro de la plaza de abastos lo ocupan ahora los vendedores ambulantes. La calle Rui Pérez hasta la esquina con La Cámara acogió ayer a los puestos de las zabarceras que aún mantienen sus puestos los lunes.

"Queremos estar debajo de los soportales", claman los vendedores de hortalizas que ayer tuvieron que plantar sus puestos en Rui Pérez. "Primero nos mandaron poner los puestos para dentro y finalmente en mitad de la calle", se quejaban en una mañana que comenzó lluviosa y fue abriendo al mediodía.

"No saben ya para donde nos van a llevar. Del parque del Muelle nos pasan a esta calle. Ya sabían que iban a empezar las obras en el parque y que no podríamos estar allí. No sabemos a dónde nos van a llevar si volvemos a cambiar", señaló Mari López, de Villa que baja habitualmente los lunes a vender sus productos. "Que nos dejen de una vez por todas en la plaza, como siempre", clamó Ramón Gabarri, vendedor vecino de Corvera. "No se cómo vamos a seguir. No parece que podamos ir pronto a la plaza, nos dicen que cuando pase la pandemia", agregó.

El comerciante corverano se quejaba de la lluvia que todos tuvieron que aguantar durante las primeras horas del mercado. Algunas zabarceras instalaron sombrillas para resguardarse del agua pero otras estuvieron toda la mañana con los productos a la intemperie. "Tenemos que tapar los productos con plásticos. Queremos estar debajo de los soportales para que la lluvia no nos moleste y también hace menos frío", claman las zabarceras.

Los vendedores sostienen que el cambio de ubicación también les ha perjudicado con los clientes. "Estos lunes desde que terminó el confinamiento tenemos muchísimos menos clientes", señalan. "El cambio de ubicación perjudica, porque no sabemos si están dentro de la plaza, si en el parque del Muelle o dónde", se quejaba Sonia Gómez, clienta habitual de la plaza los lunes.

Las zabarceras volvieron con sus puestos de los lunes el 11 de mayo, cuando se reabrió al público el mercado de los lunes en la plaza de abastos. Pero a las vendedoras las ubicaron en el parque del Muelle, donde, además de perder gran número de clientes, pasaron mucho frío durante varios lunes.

El inicio de las obras de remodelación del la plaza de Pedro Menéndez y del parque obligó a búscales una nueva ubicación. La que estrenaron ayer en la calle Rui Pérez, pero el lunes 29 de junio, las hortelanos se sublevaron y se metieron en la plaza, como siempre.

"El continuo cambio de ubicación nos desmoraliza. Antes del estado de alarma éramos muchas más, más de 60, ahora cada lunes somos menos y vendemos menos", señaló una vendedora. La distancia mínima entre los puestos de venta debe ser de 1,5 metros. Las afectadas por la reubicación sostienen que dentro del perímetro de la plaza hay sitio para todos: zabarceras y ambulantes.

Los hortelanos dicen que el poco apoyo que reciben de la administración "se debe a que nosotros pagamos muy poco, dos euros, pero siempre fue así, el mercado de los lunes es para vender los productos de la huerta", sentencian.

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