El derribo de un inmueble ha permitido despejar el entorno de La Lechera, en Cancienes. Los propietarios del histórico edificio se hicieron cargo del derribo del mismo. Dado el estado ruinoso de la vivienda, de una planta y deshabitada desde hace años, el Ayuntamiento requirió a los propietarios para que, de acuerdo a la normativa vigente, procediese a rehabilitar o demoler el inmueble.

"En un entorno que estamos recuperando como es el de La Lechera, esta casa en estado ruinoso desentonaba completamente. Por ello se planteó a la propiedad que, o bien la arreglase, o la derribase y eligieron derribarla", señaló el alcalde, Iván Fernández. "Además, eran unas soluciones que también nos habían pedido los vecinos de Cancienes", agregó.

Con el derribo de esta casa y la recuperación de La Lechera, dos edificios que estaban abandonados, se ha propiciado, a juicio del regidor, un entorno urbano excepcional que acoge una de las joyas del patrimonio cultural de Corvera, manifestó durante la visita que ayer por la mañana realizó al solar de Cancienes.

La inversión de la rehabilitación de La Lechera supuso un desembolso municipal de 666.291 euros, incluyendo el mobiliario y equipos técnicos adquiridos. Un concurso de ideas definirá el destino del edificio.