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El muelle de Valliniello se reinventa como taller de acabado de piezas de calderería

La última gran inversión portuaria, concebida para tráficos de carbón, ha acabado siendo el mejor aliado de los talleres metalúrgicos del PEPA

Amplio despliegue de personal para embarcar en el muelle de Valliniello una gran pieza (a la derecha) fabricada en el taller de Idesa. RICARDO SOLÍS

El muelle de Valliniello, construido en la margen derecha de la ría de Avilés en dos fases en las que se invirtieron 116 millones de euros, fue proyectado sin tomas de energía eléctrica que pudieran ser usadas por las empresas usuarias. La ausencia de "enchufes" pudo ser olvido o que, en su origen, el muelle se proyectó con idea de que su uso principal fuese la descarga y almacenamiento de carbón. Lo cierto es que a ese muelle nunca llegó ni una tonelada de carbón en la década que lleva operativo -esos tráficos, solventados los inconvenientes ambientales siguieron concentrados en la margen izquierda- y, sin embargo, en su explanada proliferan las piezas eólicas y de calderería pesada (piezas para refinerías, plataformas marinas, industrias de gas y petroquímicas).

Como las necesidades de las empresas que fabrican las grandes piezas en las que se ha especializado la industria metalúrgica avilesina son bien diferentes a las de los importadores de carbón, la Autoridad Portuaria de Avilés se ha esforzado en los últimos años en dotar el muelle de Valliniello de los equipamientos necesarios para su actividad real, bien diferente de la proyectada. Y así, hoy en día ese espacio tiene decenas de tomas de energía eléctrica que van de los 50 amperios a los 150, un vial de 20 metros de ancho que conecta el muelle con el parque empresarial "Principado de Asturias" y que facilita el transporte de las enormes piezas que salen de Avilés en barco para todo el mundo, un vallado perimetral que evita intrusiones indeseadas, un circuito interior de vídeo y vigilancia presencia todo el año, 24 horas al día.

"Es de agradecer que el Puerto haya sido sensible a las necesidades que expresamos las empresas que nos dedicamos a la construcción de grandes piezas de calderería; se han esforzado para proporcionar los servicios que requerimos y el resultado es que, en la actualidad, disponemos a pie de muelle de un espacio ideal para rematar nuestros proyectos y embarcarlos con fiabilidad", manifestó hace unos días a este diario el responsable de logística de una de las grandes firmas de calderería del PEPA.

El muelle de Valliniello, en virtud de su proyecto original, cuenta con un calado de 14 metros que permite el atraque de barcos de hasta 72.000 toneladas. El sector de la calderería pesada no trabaja habitualmente con buques tan grandes, pero no le hace ascos a la inexistencia de límites de calado y atraque porque de ese modo puede contratar los servicios de las naves más sofisticadas en materia de transporte marítimo. Un ejemplo fue la estancia en Avilés hace unos días del buque holandés "Fairplayer", que se llevó en un solo viaje todas las piezas necesarias para construir en aguas de Israel una plataforma marina de extracción de gas.

El hecho de haber podido ofertar al cliente el envío en un solo lote y la instalación in situ del kit de la plataforma (el mismo barco de transporte se ocupará del montaje) supuso una ventaja competitiva determinante para la empresa constructora de las piezas, la asturiana Idesa. "Gracias a la adaptación del muelle de Valliniello a nuestras necesidades y a la paulatina especialización en el embarque de piezas de gran tamaño podemos competir con más garantías en el mercado global", destacan desde Idesa.

Fuentes portuarias cifran en 300 las personas, entre empleados portuarios y ajenos, que trabajan diariamente en el muelle de Valliniello, convertido de un tiempo a esta parte en un anexo del PEPA. Para dar servicio a ese colectivo, la Autoridad Portuaria invertirá casi 900.000 euros en la construcción de un edificio de dos plantas pensado para atender las necesidades administrativas, logísticas (vestuario y comedor) y técnicas del personal que trabaja en el muelle. La obra, un nuevo ejemplo de adaptación del puerto a sus clientes, ya ha comenzado.

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