Espacios "coworking", una "Maqua Lab"... El palacio de Maqua de la calle La Cámara abrió sus puertas ayer y por primera vez tras las obras. El objetivo: que los empresarios vinculados a La Curtidora conocieran las instalaciones y los espacios 4.0 que ofrece este edificio histórico estructurado en cinco plantas (bajo, tres pisos y bajocubierta) organizadas en torno a un patio. No será sin embargo hasta septiembre y otoño cuando el inmueble tenga actividad real, según avanzó ayer el concejal socialista Manuel Campa. "A lo largo de agosto se instalarán los muebles y una vez se ultimen cuestiones técnicas ya podrá ser usado", precisó.

¿Y quién ocupará lo que un día fueron salones palaciegos en el centro de Avilés? "Habrá aulas tanto para la enseñanza de español como para cubrir cualquier otra necesidad que tengan los avilesinos. Luego habrá espacios de coworking, con capacidad para 24 puestos, y también despachos individuales para poder ejercer una actividad empresarial, bien para una cosa puntual o para una estancia más larga. Asimismo, habrá salas específicas para videconferencias, conexiones, que era un déficit del Ayuntamiento y una sala denominada Maqua Lab, de usos múltiples, con capacidad para unas 80 personas aunque el uso final dependerá de los aforos permitidos", apuntó Campa, que, al igual que la directora de La Curtidora, Ana Lamela, coincidió en que, en cualquier caso, el palacio de Maqua será será un complemnto a La Curtidora.

"La intención no es que los emprendedores se instalen en Maqua de forma permanente, sino que hagan un uso puntual de los espacios por horas o jornadas para desarrollar actividades. Sin duda, el palacio ofrece oportunidades que no tiene La Curtidora y está mucho más céntrico para determinados proyectos", precisó Lamela, que destacó que el perfil de los usuarios es el ligado al sector tecnológico.

El palacio de Maqua viajará así del año 1850 al 4.0. Y reabrirá previsiblemente en otoño acogiendo la sede de "Avilés Enseña" (el proyecto de turismo idiomático del PSOE) y empresas tecnológicas. El de Maqua es uno de los siete Bienes de Interés Cultural de Avilés. Las obra de rehabilitación se ejecutó en los últimos meses sin mayores retrasos pese a la crisis sanitaria y supuso una inversión de 715.000 euros, que se financió en un 65 por ciento con el 1,5 por ciento cultural del Ministerio de Fomento. A esa cantidad se sumó un modificado de obra de 70.000 euros más al redescubrir antiguas estructuras.