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Cs impide la reprobación de Alonso, pero pide a la Alcaldesa que la aleje de Cultura

Yolanda Alonso defiende la gestión del Conservatorio avalada por los servicios jurídicos: "A Galán no lo conocía y no hubo dedo, sí urgencia"

La concejala de Cultura, Yolanda Alonso, ayer, en el salón de plenos. M. V.

El Conservatorio Julián Orbón tiene una trayectoria de éxitos académicos indiscutible, pero también capítulos firmados con tinta judicial y dos nombres en negrita: Yolanda Alonso, titular de la concejalía de Cultura, y Carlos Galán, destituido esta semana como director del centro por una concatenación de sentencias judiciales enraizadas en mayo de 2016, cuando asumió la dirección de la institución. El peso de la ley y la "obstinación del PSOE en desobedecerla" llevaron al PP a plantear la reprobación de la edil socialista Yolanda Alonso: "La concejala se ha empeñado en darle puestos a Carlos Galán porque ejecutaba sin preguntar lo que ella decía; incluso la concejala ha participado en claustros de profesores, lo cual es inaudito. La reprobación la hacemos extensible al concejal de Recursos Humanos (Raúl Marquínez) y a la propia alcaldesa (Mariví Monteserín), que han sido cómplices de los ninguneos judiciales de Yolanda Alonso". A la petición reprobatoria del PP se unió Cambia Avilés (suma de Podemos e IU). Tras más de dos horas de debate plenario, la reprobación -que es una especie de tirón de orejas público al cargo político en cuestión sin ninguna consecuencia práctica- fue rechazada con los votos en contra de la bancada socialista y Ciudadanos, aunque con sorpresa: la formación naranja pidió la destitución de la edil.

Yolanda Alonso aprovechó su turno de palabra para relatar de forma larga y tendida cómo se llevó la gestión del Conservatorio. "Hay un auto que hay que ejecutar (11 de mayo de 2016) y se destituye a la directora (Raquel García) en virtud de una sentencia judicial. La inminencia del inicio del curso requería tomar decisiones de urgencia. Así llegamos a Carlos Galán (tiene plaza de funcionario en Madrid), al que esta concejala no conocía. Así que no hubo dedo, hubo urgencia", subrayó la concejala, que manifestó que trabajó en todo momento con el respaldo de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Avilés.

Tomaron luego la palabra Arancha Martínez Riola, de Vox, y Sharon Calderón-Gordo, de Ciudadanos. La primera pidió que la reprobación se hiciera extensible al concejal de Recursos Humanos, Raúl Marquínez "por hacer caso omiso a sentencias contrarias a la actuación de la concejalía de Cultura, por sumir al Conservatorio en un proceso judicial que puede poner en entredicho el futuro del centro y por incumplir los plazos legales". Calderón-Gordo avanzó su voto en contra de la reprobación de Yolanda Alonso: "Una reprobación no sirve absolutamente para nada; es decir, no tiene ninguna consecuencia práctica. Una reprobación no es más que un reproche moral. Esto es, que podremos aquí reprobarnos los unos a los otros las veces que nos venga en gana, pero seguiremos viéndonos las caras día tras día, porque una reprobación no te obliga a dejar tu cargo, cosa que, por cierto, sí puede conseguir una sentencia condenatoria por prevaricación administrativa. Una reprobación tiene el mismo valor que un post en las redes sociales".

Guante de seda, pero en mano de hierro. Porque Calderón-Gordo pidió en nombre de su agrupación a la alcaldesa, Mariví Monteserín, apartar a Yolanda Alonso de la Concejalía de Cultura: "Sea capaz de dejar de lado el ruido y tome decisiones que pongan al frente de la cultura avilesina a quien sea capaz de gestionarla con claridad y, sobre todo, de impulsarla".

La popular Esther Llamazares mostró su irritación por las palabras de Calderón-Gordo. "Voten lo que les dé la gana, pero sean coherentes con el discurso. Nosotros hemos traído la reprobación a Pleno por acumulación", defendió. La resistencia del equipo de gobierno socialista a acatar los pronunciamientos judiciales, hasta ahora soslayados con fórmulas administrativas orientadas a mantener a Galán en el puesto de director, es lo que llevó al PP a plantear la reprimenda plenaria a la concejala Alonso.

Llarina González, de Cambia Avilés, le preguntó a Yolanda Alonso por el futuro que le espera al Conservatorio de cara al próximo curso escolar. No obtuvo respuesta. "No queremos la razón sino que se asuman responsabilidades. ¿Hasta cuándo más parches?, ¿para cuándo estabilidad y seguridad para el Conservatorio?", inquirió. El Ayuntamiento de Avilés, en este sentido, anunció días atrás su intención de iniciar los trámites para convocar un nuevo concurso de méritos para designar a un funcionario del cuerpo de profesores de música para el cargo de director del centro educativo avilesino. Este fue el mismo sistema seguido para la designación de Carlos Galán en septiembre de 2016 como director del Conservatorio, procedimiento que fue respaldado judicialmente en diferentes procesos. La condición de funcionario que deben reunir los candidatos para ocupar la plaza de director del Conservatorio invalida a todos los docentes del centro, que carecen de ese estatus. Precisamente esa fue la razón que trajo a Galán a Avilés cuando la anterior directora, Raquel Díaz, fue destituida tras un proceso judicial que determinó la ilegalidad de su nombramiento por ser ajena a la función pública, entre otros motivos. La posterior incapacitación de Galán para el puesto, en su caso, sobrevino por la expiración del plazo de su comisión de servicio y la denuncia de tal hecho por parte del sindicato USIPA.

Yolanda Alonso estuvo ayer arropada más que nunca por los suyos. El concejal socialista Manuel Campa fue breve y claro en su intervención: "Yolanda no se va. Yolanda es la mejor concejala de Cultura que ha pasado por aquí en los últimos tiempos. Hay que reconocer, además de la excelencia educativa, la capacidad que ha tenido el Conservatorio de reincorporarse a la vida diaria de esta ciudad y eso no habría pasado sin Yolanda aquí".

La última en hablar antes de la votación fue la Alcaldesa, Mariví Monteserín: "Detrás de todo esto hay mucho dolor. Se busca la reprobación a una concejala que desde que asumió esta concejalía ha perseguido con ahínco la calidad educativa del Conservatorio". Y agregó: "Por cierto, Galán vino aquí dejando su situación de confort en Madrid porque tenía dos lazos: su ciudad y su Conservatorio. Luego se nos llenan las bocas con que venga el talento. A Galán habría que decirle que sentimos por lo que ha pasado en esta ciudad. Aquí he visto mucho interés particular". Monteserín, visiblemente encendida, emplazó a los concejales a buscar "inevitablemente a un funcionario de carrera que pueda coger las riendas del Conservatorio".

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