"¿Para qué nos sirve el Instituto Social de la Marina?" Esta es la pregunta que se hacen cada vez más pescadores y armadores asturianos, en su mayoría quejosos con la "inoperancia" del organismo que, por ley, debería darles asistencia de Seguridad Social. La merma de la cartera de servicios del Instituto Social de la Marina (ISM) no es una novedad, según reseñan los beneficiarios, pero desde que empezó la crisis sanitaria del covid, la situación "ha ido a peor", opina Guillermo Busto, armador de Cudillero que habitualmente vende en Avilés las capturas de su barco. Este diario confirmó ayer que el malestar que expresa Busto, y que le ha llevado a presentar varios escritos de queja tanto al propio ISM como a la Delegación del Gobierno en Asturias, está generalizado.
Busto se hace eco del "desamparo" en que dejó el ISM a la flota asturiana cuando allá por marzo se desató la pandemia de covid-19: "Ni la petición de algo tan básico como mascarillas para los tripulantes lograron atender". El paso de los días no ha hecho sino empeorar las cosas: "Tras unas semanas de paralización del barco, yo como tantos otros armadores quise que los marineros se hicieran las pruebas del covid-19 antes de embarcar para tener la certeza de que el barco no se volviera un foco de contagios; ha que darse cuenta de que pasamos 15 días en alta mar cuando salimos a faenar... El ISM nos negó las pruebas supuestamente por carencia de medios y finalmente logramos hacerlas en el Hospital de Cabueñes tras peregrinar por otros organismos: la dirección general de Pesca del Principado, la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores y la Delegación del Gobierno en Asturias. Lógicamente, te acabas preguntando para qué cotizamos en el régimen especial del mar de la Seguridad Social si, llegado el momento, el ISM no te soluciona los problemas".
Busto recalca lo "lamentable" de la situación -"no hay dinero más tirado que el que pagas a cambio de nada"- y añade que, para mayor escarnio, "los responsables del ISM se atrincheraron en sus oficinas cuando, precisamente, más falta hacía que dieran la cara debido a la epidemia de covid". Esta queja al ISM tiene una salvedad, según el armador: "Aún quedan profesionales en el ISM que merecen mención aparte porque son sensibles a la problemática de los pescadores, pero el problema es que tienen las manos atadas o no les dan los medios necesarios para hacer su trabajo. Ellos también son sufridores de este declive".
En medios pesqueros consultados por este diario confirman el paulatino "desmantelamiento" de la estructura del ISM, antaño una institución de gran prestigio entre la gente de la mar. "De un tiempo para acá, y especialmente desde que la atención médica pasó a depender de Salud, se ha vuelto un organismo burocratizado que lo único que hace es mover papeles", protestan los profesionales de la pesca.
En el escrito remitido a la dirección del ISM en Asturias, Guillermo Busto solicita formalmente que la entidad "haga honor a sus siglas y al motivo por el que fue creado; es decir, que cumpla con su obligación de velar en el ámbito sanitario con todo lo relacionado con los marinos y sus centros de trabajo, los buques".
