El Ayuntamiento de Avilés, que ha cesado a Carlos Galán como director del Conservatorio de Avilés, ha presentado un recurso contra la orden que había dado el juez hace casi un mes. El planteamiento de las alegaciones del letrado municipal es que el juez, fiándose de los argumentos defendidos por la Unión de Sindicatos Independientes del Principado de Asturias (USIPA), confunde los cargos que detentó en su momento el propio Galán: profesor de Piano por un lado y, por otro, director del centro educativo.

Considera el abogado del gobierno que la sentencia que obliga al despido de Galán "estaría vulnerando el derecho del perjudicado [el director del centro] a acceder a las funciones y cargos públicos". Recuerda el abogado a continuación que "el señor Galán, funcionario de carrera, vio anulada la comisión de servicios para su nombramiento de profesor de música, pero no su nombramiento como director del conservatorio, cargo éste por el que fue nombrado siguiendo el procedimiento establecido en la legislación sectorial". El juez, sin embargo, no es de la misma opinión. Había escrito en un auto del pasado día 22: "La sentencia en la que, ciertamente, se anula prolongación de la comisión de servicios más allá del plazo legalmente establecido, implica, sin lugar a dudas, la remoción del señor Galán Lago del cargo de director del Conservatorio".

El Ayuntamiento presenta un recurso a la orden de cese de Galán porque, apunta, la sentencia coarta los derechos del exdirector del Conservatorio. "Considerar que se está incumpliendo la sentencia es venir a sentar una doctrina según la cual esta persona no tendría derecho a participar en ninguno de los procedimientos para la provisión de puestos que esta administración pueda convocar en el ámbito del Conservatorio vulnerando, así, su derecho a participar en los mismos como funcionario de carrera que es".

La gestión del Conservatorio ha sido la piedra en el zapato de la concejala de Cultura, Yolanda Alonso. Una piedra en el zapato, en todo caso, heredada. La llegada del avilesino Carlos Galán a la dirección fue para salvar el escollo inicial: el nombramiento de la antigua jefa de estudios (Raquel García). Había ganado el puesto en un proceso que decayó también por orden judicial: la nueva directora no podía serlo porque no era funcionaria. Luego vino Galán en comisión de servicios, que aumentaron más tiempo del permitido. Esto el juez lo echó para atrás, pero no se consumó el despido. Esto es lo que fundamentó el Pleno del Ayuntamiento de este viernes en el que la oposición trató de reprobar a la concejala de Cultura. No lo consiguió por iniciativa del Ciudadanos. "Hemos sabido ya que Cs abandona la oposición y se apunta al gobierno", señaló ayer la portavoz del Partido Popular (PP), Esther Llamazares.

Sharon Calderón-Gordo, la portavoz de Cs en el área de Cultura, rechazó la reprobación contra Alonso porque, dijo, "no servía para nada". A continuación, sin embargo, dio un salto lógico en su argumento y pidió que le retiraran la delegación de Cultura Alonso.