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El festival de la pandemia termina con éxito, aunque menos ventas

Las limitaciones de seguridad reducen el número de visitantes, pero hoteles, restaurantes y libreros celebran la fiesta avilesina

Un soldado imperial junto a las casetas del Celsius este pasado sábado. MARA VILLAMUZA

Las limitaciones sanitarias consecuencia del ataque del coronavirus tuvieron repercusión destacada en la novena edición del Festival Celsius 232 de literatura fantástica, ciencia ficción y terror que se desarrolló desde el martes en Avilés. "Hubo menos visitantes que el año pasado, no cabe duda, pero hubieran podido ser menos aún", señaló Cristina Macía, una de la tres directoras del encuentro literario por excelencia del verano avilesino. "El número de ventas de libros se ha reducido: nos hablan de entre un 50 y un 80 por ciento con respecto del año pasado", reconoció la también traductora. "Pero siendo pocos, fueron más de los que podíamos esperar", insistió Diego García Cruz, otro de los directores del Celsius 232. Los organizadores no las tuvieron todas consigo para celebrar la fiesta literaria en un año tan raro como el de la pandemia mundial.

"Está visto que el número de imprudentes en nuestro mundo es bastante menor que en otros", bromeó Macía. Y es que los seguidores del festival "no pusieron ni una pega" a la organización. El recinto estuvo delimitado y con el camino señalado. Al acceder, un miembro de la organización echaba gel hidroalcohólico en las manos. Luego, en la puerta de la carpa, había más gel. Y también al inicio de cada una de las mesas redondas. Eso y también había que rellenar unas fichas para controlar la asistencia a cada una de las conferencias y charlas.

Los hoteles y los restaurantes también notaron la caída de personal con respecto a la octava edición. "Nos han dicho que no estaban por reabrir, que lo hicieron cuando ya estaba claro que íbamos a organizar la novena edición. Ese movimiento, pequeño, ha movido las cajas. En agosto llegan los turistas, en septiembre, las Jornadas del Cómic...", señaló con satisfacción García Cruz.

"Todo ha ido cambiando muy rápidamente. Hasta hace menos de un mes contábamos con una lista grande de autores norteamericanos que no pudimos traer por el cierre de las fronteras. Pero eso nos ha descubierto autores tan destacados o más de Europa", apuntó García Cruz. "Además, hemos atendido también a una cosecha enorme de autores asturianos: reservamos un día entero para ellos", aplaudió García Cruz.

Respecto del año próximo, los organizadores se mantuvieron prudentes a la hora de adelantar próximos autores. "Todos los que no pudieron venir están de nuevo invitados: ya veremos qué pasa de aquí a entonces. Lo que sí que podemos decir es que el año pasado será nuestra décima edición y será importante", concluyó Diego García Cruz.

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