Avilés lleva años trabajando con un objetivo: cambiar la forma de transitar por la ciudad y pasar a medios de transporte "mas eficientes y medioambientalmente más sostenibles" frente al automóvil privado. Pero hasta el momento falla el eslabón principal de la cadena: el servicio intermunicipal que presta la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA) es deficiente, a juzgar por los usuarios, que claman que se restauren al menos los horarios existentes antes de que se decretara el estado de alarma a mediados de marzo. Entonces, por poner un ejemplo, la línea 1, que atraviesa Corvera, Avilés y Castrillón y que suma 1.600.000 viajeros al año pasaba cada veinte minutos. Ahora lo hace cada media hora.
Los usuarios temen que detrás de estos recortes esté "un plan de recortes poco beneficioso" para los viajeros. De ahí que un total de 16 movimientos vecinales y asociativos de la comarca se haya unido para reclamar un plan de movilidad real: "La empresa argumenta que ha disminuido considerablemente el número de viajeros, aproximadamente en un 45 por ciento respecto a antes de la crisis sanitaria, pero sólo si hay buses habrá viajeros. Con los horarios actuales mucha gente tiene que utilizar los vehículos particulares".
La primera gran reunión vecinal se celebró ayer en el local de los de La Luz, colectivo que lidera Manolo Miranda y que lleva ya tiempo pidiendo mejoras relacionadas con el transporte público. Asistieron representantes de las asociaciones de Las Bárzanas y La Plata (Castrillón), "Xente Nuevo" de Los Campos (Corvera), Marcos del Torniello, "Pedro Menéndez", el polígono de La Magdalena, Santa Bárbara y El Camín de Llaranes, El Marapico de Villalegre, "El Hórreo" del Carbayedo, El Quirinal y Mirada, estas últimas de Avilés, y otros cuantos colectivos mostraron su respaldo a la iniciativa. El objetivo a corto plazo: aunar más movimientos sociales de la comarca y remitir un comunicado conjunto a los responsables municipales de Avilés, Castrillón y Corvera así como a los directivos de la CTEA. De no recibir la respuesta esperada avanzan "medidas contundentes", previsiblemente ya en verano. "El transporte público es muy importante y hay que cuidarlo con hechos", sentenciaron.
Por el momento, los impulsores del encuentro no prevén cargar en contra del Plan de Movilidad: "No vamos a hablar de nuevas líneas porque eso es algo que debe plasmarse en el documento, un documento que sabemos que de la línea 1 dice que se deben ampliar los horarios cada quince minutos. Y en contra de eso los han alargado a treinta, otra cosa que nos hace pensar que están aprovechando el nuevo coronavirus para aplicar recortes", critican los usuarios, que sí reclaman que el autobús urbano tiene que llegar a donde va la gente: colegios, centros deportivos, centros de salud...
Y dicen, además, que deben llegar con las máximas medidas de seguridad tanto para los trabajadores como para los usuarios: "En la carnicería tenemos que entrar de uno en uno, y en el autobús no hay distancia, no hay seguridad, no hay nadie que controle aforos", advirtieron los vecinos, que no descartan volver a reunirse. Por el momento prevén hacer una base de datos con los colectivos de la comarca: "No se trata de hacer una confederación ni nada parecido sino de aunar voces por un tema que nos interesa a todos: el transporte público, que es muy importante para una ciudad y que, en este caso, bien gestionado, podría hacer de una pequeña comarca una grande".
Cambia Avilés presentó, en esta línea, un ruego en el último pleno. El objetivo, el mismo: mejorar el transporte público y colectivo de la comarca. El concejal del ramo, Pelayo García, le señaló un descenso de usuarios. El mismo problema, explicó, por el que se ha reducido el transporte interurbano con salida y llegadas a Avilés.
