La empresa Castrum Arqueología y Gestión Cultural ha iniciado esta semana los trabajos de las excavaciones arqueológicas que servirán para aclarar el origen y el trazado de la antigua muralla medieval de Avilés y que servirán también de punto de partida para la mejora del área que forman las calles La Ferrería, La Muralla, El Muelle, Ruiz Gómez y Jovellanos. Las catas, que se centran en el tramo de fortificación comprendido entre estas calles, durarán aproximadamente mes y medio, según fuentes municipales. Estos trabajos permitirán la redacción del estudio de detalle del ámbito APE-CH3, el inicio del desarrollo de una de las once actuaciones del Plan Especial de Mejora y Reforma Interior del Casco Histórico.
Este estudio arqueológico se realiza mediante catas en el espacio interior de dicha manzana, sobre terrenos municipales y del Principado. Servirá como instrumento para la detección, identificación y valoración de los posibles restos arqueológicos de la muralla en una zona que se va a ordenación urbanísticamente. Se trata de "un primer paso de índole informativo que servirá para orientar las decisiones técnicas a contemplar en el estudio de detalle que servirá de pauta en el diseño del ámbito", explican desde el Ayuntamiento.
La excavación arqueológica y los estudios correspondientes son necesarios para el desarrollo de la actuación Área Planeamiento Específico (APE) CH3. Comprende la reordenación de nuevas edificaciones que se dispondrán en este enclave, caracterizado por la antigua traza de la calle de Las Alas, y el conjunto edificatorio actual, degradado y descontextualizado. Se crearán unos nuevos frentes a la calle Las Alas y Jovellanos (previa demolición de edificaciones existentes) y se recuperará como espacio público el patio de manzana, restaurando los lienzos de la muralla. El desarrollo de los aparcamientos subterráneos previstos "será uno de los elementos más delicados de cara a su urbanización", reconoce el gobierno local (PSOE).
Están incluidas en el ámbito cinco parcelas, junto con las actuales edificaciones que las ocupan, que se destinarán a equipamiento y espacio libre público. Esto permitirá recuperar visual y materialmente el trazado de la muralla en la esquina entre las calles de La Muralla y El Muelle, una antigua reivindicación vecinal. Para ello habrá que demoler varias edificaciones anexas a la muralla sin valor arquitectónico y otro inmueble pasará a ser equipamiento por cuestiones de accesibilidad en el entorno de la capilla de Las Alas.
