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El parlamento de la Cámara

La tertulia surgida en la céntrica cafetería Eva en 1960 ya peina canas pero sigue fiel a las tradiciones: la más arraigada, que paga las consumiciones diarias quien pierde al juego de los chinos

Juan García, Juan Prieto, Gabino Azcárraga, Fernando Álvarez Balbuena y Jesús Fernández, en el rincón con vistas a la calle la Cámara que ocupan todos los días por la mañana para conversar. RICARDO SOLÍS

Las tertulias, un formato de relación social importado de Europa, cuajaron en España a fines del siglo XVIII gracias al impulso de las Sociedades Económicas de Amigos del País a fines del siglo XVIII. Los escenarios habituales de esas reuniones de personas con intereses comunes y afición por conversar fueron casinos, ateneos y liceos. En su origen, las tertulias españolas pretendieron difundir las nuevas ideas y conocimientos científicos y técnicos de la Ilustración, así como la difusión de la prensa dando lugar al comentario de las noticias y su debate. Y de aquellos "ilustrados" inicios, hasta hoy.

Avilés conserva alguna tertulia, muchas menos de las que tuvieron apogeo en el último cuarto del siglo XX, pero de solera y raigambre. Es el caso de la que se reúne todos los días de 11.00 a 12.00 horas en la cafetería Eva, con vistas privilegiadas a la calle la Cámara, la arteria principal del acontecer cotidiano de la ciudad. Los contertulios habituales solo cambian de aires los lunes, día que buscan cobijo en el cercano centro comercial El Atrio para evitar el barullo que genera la celebración del mercado semanal en la plaza de abastos.

La tertulia del Eva, según los más longevos de sus miembros, se celebra desde 1960, el año en que la fundó -por así decir- Manuel Campa, "Manolo el del Modelo", popular trabajador de la banca avilesina. En principio, ese círculo de buenos conversadores aglutinó a empleados de entidades financieras y comerciantes y llegó a tener en su momento de mayor apogeo más de una docena de miembros regulares. Hoy en día perduran los comerciantes, pero en calidad de jubilados, y se ha colado algún exsiderúrgico.

La tertulia del Eva, interrumpida por el estado de alarma sanitaria como tantas otras cosas en España, ha vuelto por sus fueros con la llamada "nueva normalidad". Jesús Fernández, Fernando Álvarez Balbuena, el fundador Manuel Campa, Gabino Azcárraga -todos por encima de los 80 años-, Juan Prieto y el "benjamín" del grupo, Juan García, le dan cada mañana a la sinhueso entre sorbos de café y tragos de agua. Sus parlamentos saltan de la actualidad de la epidemia de covid a la política nacional, repasan la necrológica del día o, si cuadra, evalúan la discutible eficacia de las mascarillas; lo que nunca faltan son apasionadas incursiones en los hechos noticiosos de Avilés, que es la casa de todos.

Es tradición arraigada de la tertulia del Eva jugarse a los chinos el pago de las consumiciones, y así fue que el día que LA NUEVA ESPAÑA participó en la reunión tuvo que rascarse el bolsillo Jesús Fernández. Los demás contertulios acertaron en sucesivas rondas cuántas monedas había en las manos de los jugadores, una habilidad que hace años dejó para la posteridad una anécdota antológica: un día, Manolo Figueiras, con catorce tertulianos apostando, pronosticó que había cero monedas en juego... Y acertó.

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