José María Álvarez González, el último hermano de los once que tuvo el clan de los Lloriana, falleció ayer a los 95 años de edad. El antiguo hostelero y hermano del fundador de Hiasa, Manuel Álvarez, nació en Retumés (Valliniello, Avilés) en 1924. José María Álvarez fue, entre otras cosas, el propietario de Casa Pataleta, en el antiguo pueblo de San Sebastián, del Bar Lloriana, en El Carbayedo, y atendió el Hogar del Productor de La Pedrisca, en La Carriona.
Según relató José María Álvarez con motivo de la fiesta de celebración de su 90 cumpleaños a este periódico, se casó con María Luz Martínez en 1951 y "unos pocos días antes" se hicieron cargo de "Casa Pataleta, en San Sebastián. En la carretera del Faro. Era un bar-tienda, había bolera, vendíamos madreñes..", recordaba el hostelero.
En 1961 la familia se estableció en Tabiella (Valliniello). Abrió un local en la carretera general con el nombre de Bar Lloriana. También gestionó el Hogar del Productor, en La Carriona, durante dos años, desde 1963 y en 1964 fue el responsable del merendero de la playa de Bañugues. Un año más tarde, trasladó el Bar Lloriana de Tabiella al parque del Carbayedo, en Avilés.
El hostelero no solo trabajaba detrás de la barra. También tenía ganado. Contó con una ganadería en Valliniello hasta hace una década aproximadamente.
José María Álvarez era hasta ahora el único hermano vivo de Manuel Álvarez "Lloriana", el fundador de la compañía Hierros y Aplanaciones (Hiasa) ubicada en Cancienes. El hostelero y ganadero de Valliniello era cuatro años mayor que el empresario fallecido hace unos años, sin embargo, José María no dudaba en reconocer que su hermano pequeño le había ayudado con las cuentas de sus respectivos negocios hosteleros.
Los que conocían a José María Álvarez "Lloriana" destacan de él su cercanía y su mente siempre lúcida casi intacta pese al paso de los años. El cadáver será recibido hoy, sábado, al mediodía en la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, en la calle San Francisco donde se celebrará el funeral de cuerpo presente, y, acto seguido, recibirá cristiana sepultura en el panteón familiar del cementerio municipal de San Pedro Navarro de Valliniello. Deja cuatro hijos, nietos y bisnietos.
