La dirección general de Calidad Ambiental y Cambio Climático del Principado de Asturias considera que el proyecto de mejora de la eficiencia de la fábrica que Asturiana de Zinc (Azsa) posee en San Juan de Nieva "no debe someterse al trámite de evaluación de impacto ambiental ordinaria" porque "no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente". Pese a ello, añade la autoridad regional, "con el fin de garantizar y salvaguardar el medio ambiente y la salud de la población más próxima al área de actuación, en la ejecución de proyecto se deberán observar las medidas preventivas, correctoras y de control ambiental" que la propia empresa Asturiana de Zinc ha propuesto.
El proyecto de la empresa fundidora de cinc es sustituir las dos naves de electrólisis más antiguas (la A y la B) por una nueva, que se llamará E y se levantará en el antiguo parque de intemperie (que acogió en su momento los transformadores eléctricos). Tras la puesta en marcha de la novísima nave, la A y la B se desmantelarán liberando suelo para potenciales ampliaciones futuras. Esta obra está previsto que se desarrolle durante, al menos, dos años y se suma a una colección de ampliaciones significativas: una nueva nave junto al "almacenón" del Puerto de Avilés y unos vestuarios conjuntos en terrenos anteriormente ocupados por un aparcamiento de contratistas.
La ampliación está previsto que cueste 100 millones y no es mayor, aseguran, por causa del excesivo coste de energía.
