La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, anunció en la pasada campaña electoral uno de sus proyectos estrella del mandato: convertir las naves de Balsera, los viejos almacenes del paseo de la ría, en una especie de escuela de aprendices 4.0. A día de hoy, el gobierno local socialista ya ha dado los primeros pasos para lograrlo: "Es un proyecto de alto interés para nosotros y ya hemos hablado con la propiedad, porque lo primero es disponer de la infraestructura de una manera adecuada para todas las partes", avanzó el portavoz del gobierno, Manuel Campa. El proceso no será fácil ni rápido: "Será un proyecto de largo recorrido, pero la disposición existe", precisó. Actualmente las naves de Balsera están en avanzado estado de deterioro.
La iniciativa del gobierno local pasa, como avanzó en su momento Monteserín, por llevar a esta instalación, que limita con la ría de Avilés y las vías del ferrocarril, un centro universitario de alta cualificación y emprendimiento industrial. El nuevo centro, sostienen los socialistas, impartirá cursos de posgrado y contará con una incubadora especializada en el nacimiento de proyectos industriales que se puedan consolidar como nuevas industrias innovadoras y sostenibles. "Será un espacio de colaboración público-privada entre Ayuntamiento, Universidad y colaboración empresarial. Contar con trabajadores con alta cualificación es clave para la localización industrial", destacó Monteserín en plena campaña electoral.
Ahora el proyecto comienza a tomar forma, y presumiblemente estará ligado también al plan de las vías, que pisó el acelerador el verano pasado, tras años de espera, con la adjudicación a la ingeniería madrileña TRN Taryet de la redacción del estudio de información de la integración del ferrocarril en Avilés. El plazo de ejecución era de dos años y la previsión del gobierno local, como avanzó Manuel Campa en el penúltimo Pleno a preguntas de Cambia Avilés, es que en los últimos meses de este año se produzcan avances de cara a superar la evaluación ambiental.
Pero, por partes. Lo que afecta a las naves de Balsera es un proyecto ambicioso. "Recuperaremos la idea de la antigua Escuela de Aprendices adaptándola a la nueva realidad", dijo en su momento la Alcaldesa. Para Monteserín, "contar con trabajadores con alta cualificación es clave para la localización empresarial". Por eso es fundamental, dice, liderar desde Avilés "una industria basada en la investigación, la innovación y las nuevas tecnologías", completó.
En los últimos años han sido varias las propuestas de usos para este conjunto de propiedad privada, que han quedado solo sobre el papel. El gobierno municipal avilesino y los propietarios avanzaron en 2005 en el plan de habilitar un centro de empresas.
Las naves, de 3.000 metros cuadrados de superficie, llegaron a ser descatalogadas a finales de 2002 para habilitar en ellas el hotel empresarial. El proyecto que presentó inicialmente el propietario, el empresario avilesino Julio Rodríguez de la Torre, fue redactado por los arquitectos José Pis Fernández y Mario Carrera. La inversión quedó paralizada tras la muerte del empresario avilesino, en 2003, y en 2005 lo retomaron sus herederos, aunque sin éxito.
En los últimos años también se plantearon otros posibles usos para los almacenes construidos a principios del siglo XX por el entonces presidente de la Cámara de Comercio, Victoriano Fernández Balsera, quien controlaba buena parte de los tráficos portuarios de entonces. Ninguno llegó a buen puerto. La propiedad, que es compartida, era hasta ahora más partidaria de abrir las naves a toda la ciudadanía para su uso y disfrute; de ahí su interés en que el conjunto albergara un gran centro de ocio. Este proyecto surgido en 2013 tampoco fraguó. Ahora parece que las naves de Balsera van camino de convertirse en un centro de formación de aprendices del futuro.
