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RAFAEL PUYOL | CATEDRÁTICO DE GEOGRAFÍA HUMANA EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

"Han muerto 17.000 o 18.000 personas más por coronavirus de las que nos dicen"

"Los cálculos que tengo establecidos son que este año perderemos unos 75.000 habitantes; en 2019 fueron 57.000"

Rafael Puyol, ayer, en La Granda. RICARDO SOLÍS

El catedrático de Geografía Humana de la Universidad Complutense es Rafael Puyol (Gijón, 1945), en realidad uno de los demógrafos más prestigiosos del país. En esa condición participó ayer en la última jornada del seminario: "Envejecimiento: estilos de vida y envejecimiento saludable. De la investigación a las aplicaciones prácticas". Se trata del antepenúltimo de los incluidos en los Cursos de La Granda de este año. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA durante el descanso de las sesiones, en la antesala del aula central en que se desarrollan las ponencias.

- Parece que esta pandemia la inventaron para ustedes, los demógrafos.

-Siempre hemos tratado de estudiarlas. En este caso, sobre todo, más que tratar de entender cuáles han sido las causas, eso es cosa de los especialistas en Medicina, nosotros lo que estamos estudiando son las consecuencias.

- ¿Y por dónde van los tiros?

-Los tiros van por un aumento claro de la mortalidad; evidentemente; esa es la primera consecuencia. Esa mortalidad es más elevada de la que dan las cifras oficiales, sin duda. A esto se suma una disminución futura de la natalidad. Por la crisis económica, por un lado, pocas parejas se plantean tener descendencia. Y también por el temor de qué puede pasar a una mujer que quede embarazada en este tiempo. Va a disminuir la nupcialidad: no es el mejor momento para casarse, ni para formar pareja. Están disminuyendo con mucha intensidad las migraciones, tanto las regulares como las irregulares. Las regulares, además, casi han desaparecido. Las irregulares se han reducido a un tercio de las que venían siendo las habituales. El crecimiento natural, es decir, la diferencia entre los nacidos y los fallecidos, ya era negativo en el año 2019 y ahora lo va a ser más aún.

- Vamos por partes. Decía que las cifras de mortalidad en la pandemia son más altas de las que nos cuentan.

-Las estadísticas que recoge el INE son irrefutables: recoge todos aquellos que han fallecido a lo largo de los meses de la pandemia hasta el momento actual. Estas cifras de los que han fallecido en comparación con las que se dieron el año anterior son considerablemente más elevadas y, además, mucho más elevadas que las cifras oficiales que da el Ministerio de Sanidad. Sé que todos los que han fallecido por encima de los que habían muerto en 2019 no han muerto por coronavirus, pero sí una parte muy significativa porque, además, los mayores aumentos en la mortalidad se producen entre aquellas personas que han estado más afectadas por el coronavirus. Por lo tanto, nosotros calculamos, de acuerdo a las estadísticas del INE, que se ha producido, respecto al año anterior, un exceso de defunciones que está en unas cuarenta y tantas mil. No unas veintiocho mil y pico, como el Ministerio de Sanidad viene dando. Estamos hablando de que han muerto unas 17.000 o 18.000 personas más de las que nos dicen.

- Pues son muchos muertos más.

-Efectivamente, es un porcentaje que no va a repercutir de una manera muy intensa en la pirámide de edades, pero hay que tener en cuenta que las personas de 65 años y más en este país ya somos nueve millones y, por lo tanto, que haya este exceso de defunciones, en la pirámide no se va a notar. Sin embargo, sí que se ha notado en los valores de mortalidad que, respecto del año 2019, van a crecer: en unos cuarenta y tantas mil personas más que el año pasado. Esto nos va a llevar a una cifra un poquito récord en la evolución de la mortalidad en los últimos años.

- Ya veníamos subiendo en los últimos años.

-El año pasado, la diferencia entre nacimientos y defunciones fue de unas 57.000 personas: hubo 57.000 muertos más que nacidos. Los cálculos que tengo establecidos es que este año perderemos unas 75.000 personas.

- Y, encima, la pandemia no es buena para el amor.

-Hay gente que opina que, como sucedió en ocasiones anteriores, esto puede desencadenar, sobre todo por el confinamiento, un rebrote de la natalidad. Pues no. Para que haya un rebrote tiene que haber una situación más prolongada en el tiempo, tiene que haber una superación de ese hecho concreto para que los tiempos inmediatamente posteriores se puede recuperar lo perdido. Por ejemplo, el "Baby Boom". Sí fue una realidad: hubo una caída fuerte durante la Segunda Guerra Mundial y los países que salieron de ella recuperaron la natalidad en los años posteriores. En este caso, el tiempo del confinamiento no va a propiciar un rebrote de la natalidad y los tiempos posteriores al confinamiento no habrán sido lo suficientemente importantes para cambiar la tendencia. Tenga en cuenta que, espero que sea así, no tardando mucho, quizá para la próxima primavera, contaremos con una vacuna.

- Porque el "Baby Boom" fue durante una década. ¿No?

-De 1955 a 1965.

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