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"Se necesitan más docentes y mejor preparados", advierte la Unesco

"La educación no es un problema, sino parte de la solución; hay que invertir en ella más y mejor", sostiene el experto Francesc Pedró

Francesc Pedró (en la pantalla), durante su intervención en los cursos de La Granda. RICARDO SOLÍS

"Es muy importante que el país avance en la digitalización. El coste por alumno se va a disparar. Se necesitan más docentes, más cualificados y con mayores incentivos. La situación es muy difícil y tiene que calar este mensaje en los políticos: la educación no es un problema, sino parte de la solución", aseveró ayer Francesc Pedró, director del Instituto de la Unesco para la Educación Superior de América y Caribe, en el curso de La Granda que abordó el potencial educativo y su transformación en estos tiempos de pandemia.

Expuso el experto que la incertidumbre en que está inmerso el sistema educativo español "es universal", con 1.600 millones de alumnos afectados en el mundo ("Solo en torno al 2% están exentos de esta disrupción"). La perspectiva europea es más halagüeña que en otras regiones ("Aquí la conectividad entre el alumnado de 15 años es superior al 91%, en América Latina y el Caribe la educación sigue siendo en papel").

Pedró aseguró que la mitad de los países no sabe cuándo ni cómo va a abrir las escuelas. "La incertidumbre es universal (...) Probablemente durante bastante tiempo veamos una W: aperturas, clausuras, nuevas aperturas... y no con carácter nacional, sino situaciones focalizadas", dijo el experto, favorable a que sean los centros escolares y los municipios los que tomen la iniciativa en este escenario.

En medio de este complejo escenario, la Unesco pone el foco en dos principios fundamentales: "No podemos permitirnos que esta crisis se gestione dejando por el camino a algún estudiante. No basta con pensar en reabrir, hay que dar prioridad a los estudiantes que se están quedando fuera del sistema por su vulnerabilidad. Hay que pensar en los que podemos rescatar. Y es fundamental mejorar la calidad de la experiencia educativa, no solo ahora, sino pensando en el futuro".

No cabe duda, según el experto, de que "el uso más intensivo de la tecnología se va a quedar, pero la experiencia escolar tiene que seguir siendo presencial". "Veremos una transformación, pero creo que en dos o cinco años, las escuelas se van a seguir pareciendo mucho a las que conocemos", opinó. Incidió, además, en que no se puede dejar la situación en manos del "heroicismo individual de los docentes". "La digitalización es ahora crucial. Hay que aprovechar e ir más allá, hacia una transformación de la calidad de los procesos de enseñanza y del aprendizaje", expuso Pedró. Pero para conseguirlo hace falta unidad política e inversión, "luchar contra la reducción de la inversión pública en educación, que en algunos países llega al 10%". "Hay que desarrollar un discurso público potente, no como un lastre en términos de inversión", apuntó ayer el director del Instituto de la Unesco para la Educación Superior de América y Caribe. Su ponencia se desarrolló por videoconferencia.

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