La murense Tania Blanco, que intercala Asturias con Cádiz, lugar de inspiración de su obra, añade a su palmarés el Premio de cerámica "Villa de Avilés", al que presentó una obra realizada con restos cerámicos encontrados en las playas gaditanas y que simbolizan, según la autora, "el paso del tiempo, la memoria, la cronología pasada". Completaron el podio Dela Delos con su obra "Defitiva_4" y Mikha-Ez con "Conus Botanicus", piñas de loza debajo de un árbol, una alegoría de la glándula pineal.