Los tradicionales fuegos artificiales de la noche de San Agustín fueron sustituidos por un espectáculo de luz y sonido sobre la fachada de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, el templo nuevo de Sabugo.Las imágenes proyectadas, cargadas de una fuerte carga cromática hicieron las delicias de los asistentes durante la noche y hoy, a través de las redes sociales.

La propuesta realizada a través de la técnica de vídeo mapping incluye constantes referencias a Avilés, al faro que da la bienvenida a la ría, al Centro Niemeyer, imágenes que evocan tiempos pasados en la ciudad y tonos amarillos, rojos y azules. Al tiempo, los barcos hacen su acto de presencia, la actividad pesquera, la Comida en la calle e incluso un guiño a Armando Palacio Valdés, con motivo del centenario del teatro que lleva su nombre. Es más, casi al final del espectáculo, el característico telón del odeón avilesino apareció proyectado sobre la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. Y para los amantes de los fuegos artificiales también hubo un guiño, con un espectáculo pirotécnico simulado sobre la fachada del templo y un repaso a los carteles de las fiestas de San Agustín de los últimos, todo sea por mantener viva la llama de unas actividades que se han visto afectadas por la pandemia por coronavirus.