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Hallan muerta a una octogenaria cuya hija tuvo que confinarse contagiada por covid

El marido, evacuado, muy enfermo l"Oíamos la radio en el piso; no pensamos que pasara nada raro", relata el yerno, también en cuarentena

La ambulancia que trasladó al hospital al marido de la fallecida.

La muerte en su casa, descubierta ayer, de una mujer octogenaria residente en un cuarto piso de la calle Hernán Cortés de La Luz oculta una historia dramática relacionada con la epidemia de covid. Al margen de que el fallecimiento de la mujer pudiera guardar relación con esa enfermedad -algo que se sabrá cuando se sepa el resultado de los análisis realizados a las muestras tomadas del cuerpo-, la hija y el marido de ésta sufren la conmoción de que, siendo vecinos de rellano de la difunta, no pudieron auxiliarla en los últimos días de su vida al hallarse enfermos de covid y, por consiguiente, obligados a guardar un estricto confinamiento domiciliario para no propagar el virus. Para mayor dolor, el esposo de la difunta, un hombre con cierta dependencia por sus achaques, fue hallado en la vivienda conyugal enfermo y con síntomas de poder estar enfermo de covid.

El dispositivo montado ayer en la calle Hernán Cortés para averiguar qué había pasado dentro de la vivienda del matrimonio de ancianos comenzó con la llegada de un camión del 112 Asturias que desplegó su pluma para que dos bomberos pudieran acceder al piso. Una vez dentro franquearon la entrada al inmueble a agentes de la Policía Nacional, que hallaron a la mujer muerta y a su esposo en mal estado. De inmediato se solicitó la presencia de una ambulancia, que trasladó al hombre al Hospital San Agustín. Por precaución, se activó el protocolo anticovid, en la suposición de que los octogenarios pudieran estar infectados.

Había sido la misma hija de los ancianos, vecina de rellano, la que avisó a Emergencias de que algo podía estar yendo mal en casa de sus padres, con los que había dejado de tener contacto telefónico hacía dos días y que habían dejado de coger la bolsa de pan que les dejaban a la puerta a diario. "Cuando tuvimos que confinarnos por estar contagiados de covid, el contacto telefónico fue la solución alternativa a las visitas diarias para mantener el contacto con mis suegros", relató el yerno de la difunta. A la octogenaria, al parecer, no le agradó que su hija dejara de visitarla a diario y no entendía la poderosa razón que había para ello: el riesgo de contagiarla, a ella y a su marido, de coronavirus. "Es por eso que cuando el jueves no cogió el teléfono pensamos que se había enfadado. Oíamos la radio puesta en su casa, o sea que no pensamos que pasase nada raro", relata el yerno. Fue ayer cuando, ya alarmada por la falta de contacto, la hija y la pareja de los octogenarios activaron las alarmas y se descubrió el desgraciado fallecimiento de la anciana.

En el intervalo de días confinado por covid, el matrimonio que cuidaba a los mayores contactó con los Servicios Sociales de Avilés para solicitar una prestación de emergencia, la ayuda de una asistente que pudiera visitar a los ancianos mientras durase su cuarentena por covid y vigilase que todo estaba en orden. Según el yerno de la mujer fallecida, la respuesta que obtuvo es que el trámite de esa prestación llevaría un tiempo y que tendría respuesta sobre el día 14 de este mes. La pareja que ha perdido a madre y suegra respectivamente en tan trágicas circunstancias y que tiene en el hospital al padre tiene previsto hacer hoy mismo el test rápido de covid (el llamado PCR) con la esperanza de estar limpios de virus y poder ocuparse tanto del progenitor enfermo como de los trámites funerarios de la anciana.

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