Los pescadores furtivos que faenan en el litoral asturiano suelen ser conocidos por las fuerzas de orden. Y es que es normal que estos trabajadores sin licencia sean reincidentes: las sanciones por mariscar sin permiso oscilan entre los 300 y los 1.500 euros, en casos normales. De ahí que el catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo José Luis Acuña, quien también es director del Observatorio Marino de Asturias y coordinador del proyecto "Percebes", reivindicara a principios de este año en Cudillero elevar la cuantía de las multas. En el caso de Avilés, los perceberos están ligados al plan especial de explotación del percebe en aguas litorales de la comarca, entre la playa de Cazonera (Muros de Nalón) y el extremo más al norte de la playa de Xagó (Gozón). Los objetivos de dicho Plan son triples: proteger el hábitat, a los mariscadores y el recurso. También está luchar precisamente contra los furtivos, que llevan años dando dolores de cabeza a los asturianos. "Los que están ahora en Asturias robándonos lo nuestro son de Cantabria, antes estuvieron en Francia y de allí marcharon calientes", dicen los pescadores asturianos.