Los perceberos asturianos están hartos de los ladrones de marisco, que este año, dicen, se mueven como pez en el agua por el litoral asturiano: "Estamos sufriendo pérdidas enormes", lamentan. Aseguran que desde hace ya tiempo una cuadrilla de perceberos furtivos procedente de Cantabria esquilma las rocas donde crece el preciado manjar del Cantábrico. "Sabemos quienes son, cómo se llaman y qué coches tienen. Están más que identificados tanto por nosotros como por la Guardia Civil, muchos tienen un sinfín de denuncias, pero es complicado pillarlos in fraganti. Esta misma semana estuvimos detrás de ellos por la zona de Muros de Nalón con agentes de la Guardia Civil, y no conseguimos nada. Tienen a gente en tierra y al mínimo chivatazo esconden el percebe, y sin percebe no hay delito". De ahí que los mariscadores asturianos con licencia hagan un doble llamamiento: "Apelamos a la colaboración ciudadana, para que denuncie si ve algún caso sospechoso, algún intercambio o descarga, por ejemplo, en la ría del Nalón, aunque se mueven por toda Asturias. También pedimos a la administración que de verdad cumpla con la puesta en funcionamiento del sistema de drones para vigilar la costa asturiana para detener el furtivismo, especialmente sangrante con los percebes".
Este sistema de drones nació con el objeto de dar apoyo a los agentes de Vigilancia Pesquera, guardapescas y efectivos de la Guardia Civil para controlar zonas de difícil acceso, como ya sucede en otras comunidades autónomas, como Canarias y Galicia. "La idea es buena, pero en la práctica inexistente. Parece que quedó en una campaña de marketing del gobierno", critican los perceberos asturianos que llevan ya años luchando contra los ilegales, que además de causar importantes quiebros en la economía de los mariscadores y en las lonjas, que facturan menos, también comprometen a la sostenibilidad de los recursos naturales. "Los furtivos siempre están ahí y su presencia va por épocas si bien ahora nos están metiendo mucha caña", advierten, al tiempo que recomiendan no comprar productos, en este caso percebes, procedentes del furtivismo para no alimentar más a los ladrones del marisco. El tema, señalan, no es baladí: una media de dos años tardan los percebes en recuperarse si la piedra donde nacen ha sido "esquilmada", es decir, trabajada sin descanso ni miramientos por los furtivos. "Esta gente nos está llevando todos los días 50, 60 y hasta cien kilos de percebe de la costa y, cuando son pillados, no reciben multas proporcionales al daño que hacen", señalan los mariscadores asturianos, que contra el furtivo van todos a una.
Las sanciones por mariscar sin licencia oscilan entre los 300 y los 1.500 euros en casos normales. En este sentido, los perceberos y también los expertos reclaman que se adopten medidas: "Las multas no son proporcionales al daño que hacen", dicen los profesionales del sector. A principios de este año, un grupo de expertos reunido en Cudillero pidió igualmente elevar las multas, estudiar la vía penal y poner en marcha otras "medidas especiales" de vigilancia en el litoral.
