"¿Sabes esos perros tísicos, delgaduchos y que parece que se van a morir de un momento a otro...? Pues el cómic, parecido: llevan años diciendo que se muere irremediablemente, pero de una forma u otra siempre acaba vivo y coleando". Esta fue la reflexión que hizo ayer la dibujante Aroha Travé sobre el futuro que vislumbra para un sector que le ha permitido expresarse como artista -la suya fue una de las últimas irrupciones notables en la escena de la historieta española- y que estos días tiene en Avilés una cita ineludible, las Jornadas del Cómic, que van por 25 ediciones.
Travé, de cara a los medios de comunicación, compartió mesa con otros dos jóvenes valores femeninos de la viñeta española: Rosa Codina y Laura Pérez. Un trío de mujeres dando que hablar por sus dibujos ha dejado de ser noticia, sostienen las aludidas, señal de que el tema de la igualdad de género "es un debate superado en el sector", añadieron.
Las tres ilustradoras coincidieron en valorar el confinamiento vivido por la epidemia de coronavirus como "una etapa muy productiva" en términos creativos. Codina y Travé, ambas barcelonesas, convivieron durante el estado de alarma creando una "burbuja" de la que salieron trabajos conjuntos publicados en medios especializados. Laura Pérez confesó que es "adicta al dibujo" y que, como tal, se refugió en su estudio para sobrellevar mejor una situación que, según admitió, le infundió preocupación: "Esos días pensé mucho en cómo han cambiado las cosas de golpe". Las tres se congratularon de volver a sentirse vivas artísticamente con ocasión de las Jornadas del Cómic de Avilés: "Ha sido la excusa para echar a andar de nuevo".
