El historiador Pablo Martínez Corral tiene claro que la memoria histórica es una lucha constante y por eso lleva años indagando en archivos con el fin de arrojar luz a la etapa histórica iniciada con la guerra civil y seguida con la posterior represión. Martínez Corral ha observado en el curso de sus indagaciones que, en lo que respecta a la memoria histórica, "sigue faltando lo más básico, que es la reparación a las víctimas".

Lo expresó ayer durante una conferencia organizada por la Plataforma por los servicios públicos con motivo de las II Jornadas de memoria democrática, que tuvieron el centro de tortura de la Quinta Pedregal -tras la victoria de las tropas franquistas- como telón de fondo. La charla contó con la participación del también historiador Miguel Ángel Pérez Suárez, que habló del paso de la dictadura a la democracia en Portugal "con una ruptura", a diferencia del español, que fue una transición de un régimen a otro. "Hay que hacer un proyecto de la Quinta Pedregal con el fin de crear un museo de memoria, a la altura de lo que merecen Avilés y Asturias", señaló Pérez Suárez.

"No hay duda de que por la Quinta Pedregal pasaron cientos de personas y esto fue registrado en la memoria colectiva. La brutalidad de los interrogatorios, la impunidad de los guardias con las familias al condenarlas a la duda, los paseos nocturnos y los camiones que salían al amanecer quedaron grabados en la memoria colectiva", señaló Corral, que destacó además que la Quinta Pedregal "no es un recuerdo más a olvidar". "Debemos remitirnos tanto a los conceptos de trauma y olvido como a las resistencias de los colectivos de familiares a olvidar sucesos que marcan de por vida", recalcó el historiador, que quiso entrar a analizar el papel de la memoria histórica tras la muerte de Franco. Y remarcó: "La memoria era algo secundario para los nuevos poderes democráticos, que aplicaron alguna medida como el cambio de las calles, pero no abordaron la memoria de la represión violenta". Martínez Corral concluyó su intervención destacando que la Quinta Pedregal es un edificio, hoy en día en manos privadas, "que se ha ido cargando de un valor simbólico". La Plataforma por los servicios públicos quiere convertir ese espacio en un Museo de la Memoria y su defensa fue avalada por ambos historiadores invitados a la conferencia.

"Pruebe usted a buscar a sus desaparecidos, en Asturias no hay una oficina de memoria. Los familiares nunca han sabido buscar a sus muertos. Vivimos en una sociedad que siempre ha honrado a sus muertos, vengan de donde vengan", concluyó Corral.