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La dirección de Alu Ibérica acusa a parte del comité de "poner palos en las ruedas"

La empresa defiende que sigue adelante con la ejecución de un plan industrial sólido y que está cerrando acuerdos comerciales "de calado"

Jaime Arbolés, que se presentó ese día como asesor jurídico de Grupo Riesgo, habla con agentes de la Policía Nacional acerca de la concentración de trabajadores reunida a la puerta de la fábrica. RICARDO SOLÍS

Lejos de desdecirse, como exigieron los sindicatos, de las acusaciones vertidas contra miembros del comité de empresa -a los que señala como inductores de una concentración que generó pérdidas por valor de 300.000 euros en junio pasado-, la dirección de Alu Ibérica (en manos de Grupo Riesgo) se enroca: se reitera en su versión de lo ocurrido aquel día de junio, enmarca el comportamiento de ciertos delegados sindicales en lo que el convenio colectivo define como "acto culpable y grave" y anuncia como "inevitable" la apertura de expedientes disciplinarios a cuatro representantes de los trabajadores. Se trata de una medida sin precedentes en la larga historia de la fábrica de aluminio, hasta 2019 propiedad de Alcoa y antes pública.

"Recalcamos nuestra preocupación al ver que un reducido grupo del comité de empresa está poniendo palos en las ruedas, impidiendo el normal desarrollo de la actividad de la fábrica, poniendo en riesgo actuaciones clave y actuando en contra de los intereses reales de los trabajadores a los que dice representar", resumen los gestores de la fábrica de aluminio de Avilés. La réplica a esas palabras se anuncia para mañana, miércoles, día en la que el comité de la planta ha convocado un concentración a las puertas de la factoría -de 15.00 a 16.00 horas- en repulsa por la apertura de los expedientes disciplinarios en defensa de la dignidad de la acción sindical.

La dirección de la compañía aluminera aprovecha, así mismo, para rebatir declaraciones que han hecho los dirigentes sindicales: "Alu Ibérica está ejecutando un plan industrial sólido, que ha sido presentado a clientes, empleados, comités de empresa e instituciones. También está realizando inversiones significativas en las plantas, tras más de una década sin recibirlas; ejemplo de ello son los 9,7 millones por compra de tecnología punta a Hycast, que forma parte de un plan global de inversiones de 150 millones de euros en cinco años. Y está cerrando acuerdos comerciales de calado que permitirán aumentar la producción y las ventas, como el ya anunciado con Traxys". Otro supuesto logro que saca a relucir Alu Ibérica es que "se ha triplicado la producción, pasando de 980 toneladas en abril a 3.300 toneladas en agosto".

Todo lo anterior es clave, según los gestores designados por Riesgo, "para competir internacionalmente y garantizar los puestos de trabajo. Los hechos muestran cómo, ante una situación global de máxima incertidumbre, Alu Ibérica está apostando con determinación por el futuro de la compañía y dando pasos firmes".

Alu Ibérica asegura que "respeta el derecho legítimo de los trabajadores a manifestar sus posiciones", pero no "los actos ilegales que van en perjuicio de todos, ni las descalificaciones, insultos y falsedades que, vertidos de manera sistemática, ocasionan graves perjuicios para las ventas, obstaculizan el cierre de acuerdos y dañan el clima de trabajo interno". Y remacha: "El compromiso y los esfuerzos conjuntos de la dirección de la empresa y de la mayor parte de los trabajadores no pueden verse empañados por la actitud de bloqueo, confrontación e incumplimiento de normas por parte de este reducido grupo del comité de empresa".

De ahí la decisión de tomar medidas disciplinaria, lo que no es óbice "para avanzar en la comunicación y el entendimiento", para lo que la dirección "continúa haciendo esfuerzos y se mantiene siempre abierta para que el diálogo se normalice y contribuya al futuro de la planta de Alu Ibérica".

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