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Grupo Riesgo ha disparado a 5,5 millones la deuda de Alu Ibérica con proveedores

Los nuevos gestores han alargado los plazos de pago y dejado de abonar decenas de facturas, lo que mina la confianza de las firmas colaboradoras

Casi un centenar de trabajadores de Alu Ibérica y simpatizantes de su causa se concentró ayer a la puerta de la factoría en repulsa por los expedientes disciplinarios que la empresa ha anunciado que abrirá a los cabecillas sindicales, a los que acusa de haber promovido en junio acciones de protesta que generaron pérdidas por importe de 300.000 euros. RICARDO SOLÍS

"Alcoa tendrá sus defectos, pero era una pagadora de ley. De los que se hicieron cargo después de la compañía no puedo decir lo mismo" Son palabras del dueño de una pyme avilesina que habla con este diario previa petición de confidencialidad, justificada porque sigue prestando servicios a Alu Ibérica (la nueva denominación de la antigua fábrica de aluminio de San Balandrán) y no quiere ser objeto de posibles represalias comerciales. "En mi caso, me plantearon empezar a pagar las facturas que giro mensualmente a 90 días y acepté. Desde entonces, me pagan en ese plazo. Pero igual que digo esto, sé de otras empresas que las están pasando canutas para cobrar", añade el mismo empresario, que ahora mismo tiene facturas pendientes de cobro por importe de más de 1.600 euros.

Los proveedores de productos y servicios de Alu Ibérica que cobran a 90 días son los "privilegiados" dentro del grupo de acreedores donde también hay empresas que llevan desde enero de este año reclamando facturas de decenas de miles de euros, un entidad pública que ya sopesa emprender la vía ejecutiva para cobrar lo que le debe la empresa aluminera y firmas que, según sus administradores, cada fin de mes "cruzan los dedos" a ver si llega la transferencia liquidatoria de Alu Ibérica.

Según la información contable a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, la planta avilesina de Alu Ibérica adeudaba a fecha 31 de agosto pasado 5,51 millones de euros. Esa cantidad es el resultado de sumar más de 700 facturas impagadas a la fecha de referencia, las más antiguas del mes de enero de 2020 y las más recientes, del pasado mes de agosto. En el caso de la fábrica de La Coruña, gemela de la de Avilés y también propiedad desde el pasado mes de abril de Grupo Riesgo, el monto de la deuda ronda los 9 millones.

De los 5,5 millones adeudados, la factura más abultada corresponde a una compra realizada en febrero de 2020 al trader (comerciante) de metales Concord Resources Limited por importe de 441.000 euros. En la fecha de la factura, la propiedad de Alu Ibérica era íntegramente del fondo suizo Parter; Grupo Riesgo adquirió el 75 por ciento del capital de la compañía en abril. La factura más pequeña, por importe de 2,54 euros, tiene como acreedor a una empresa comarcal de suministros. Entre una y otra, cientos de facturas de importes variopintos y por conceptos de lo más diverso, incluso de servicios hosteleros.

Tres millones de los 5,5 adeudados se corresponden con facturas que, por su fecha de emisión (junio, julio o agosto de 2020), aún podrían ser pagadas dentro del plazo de 90 días que Alu Ibérica ha tratado de generalizar entre sus proveedores de bienes y servicio. Los 2,5 millones restantes están fuera de ese plazo, y algunas de ellas en proceso de reclamación por vía judicial o ejecutiva. Es el caso de la deuda de 139.000 euros con la Autoridad Portuaria de Avilés (en concepto de tasas y cánones por ocupación de espacios portuarios); los responsables del Puerto, al llegar la fecha de vencimiento y comprobar que Alu Ibérica no había pagado, tantearon amistosamente a los gestores para conocer la razón del impago. Finalmente, se optó por iniciar la vía ejecutiva dado que las respuestas recibidas no fueron satisfactorias.

Los proveedores comarcales y regionales de Alu Ibérica son, en su mayoría, los mismos que durante años colaboraron con Alcoa. El cambio de propietarios de la fábrica ha sobresaltado a todos y las noticias que circulan en medios empresariales sobre los impagos o la tardanza en cobrar hace extremar las cautelas. El gerente de una firma comarcal que tiene más de cien mil euros pendientes de cobrar -es de las acogidas al plazo de 90 días- admite que tendrán "cuidado" de no "pillarse los dedos" cuando llegue el momento de vencimiento del contrato de prestación de servicios en Alu Ibérica "no vaya a ser que perdamos de cobrar las facturas de los últimos tres meses".

Otro empresario consultado por este diario admite que cobra regularmente de Alu Ibérica "pero porque el servicio que le prestamos es fundamental para el funcionamiento de la fábrica; sé de empresas que tienen problemas y sufren la morosidad de la compañía". Ese es, al parecer, otro de los criterios que aplican los gestores designados por Grupo Riesgo para seleccionar quién cobra en plazo y quién no: la importancia del bien suministrado o del servicio prestado para poder mantener la fábrica en actividad, aunque sea mínima.

La dirección de Alu Ibérica, a petición de este periódico, declinó dar su versión sobre la política de pagos y la deuda acumulada por la compañía.

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