El proceso penal contra la familia conflictiva de la calle Hermanos Soria comenzó ayer con la primera de las dos sesiones. La comunidad de propietarios de los edificios 1, 3 y 5 de la calle Hermanos Soria denunció a una madre y a su hijo por un supuesto delito continuado de coacciones hacia sus vecinos y también por acoso. La sesión de ayer siguió la tónica de casos similares: los denunciados aseguraron que la comunidad de vecinos les abrió un proceso penal porque les tienen "manía". Así lo defendieron a preguntas de Fiscalía, puesto que se negaron a responder a la acusación particular. El Ministerio Público insistió en que hay más de cincuenta denuncias cruzadas vinculadas con la convivencia y las que siempre salen a relucir posibles delitos como acoso, coacciones y demás órdenes de alejamiento, como la que venció el pasado mes de diciembre. Durante la sesión, declararon nueve testigos, vecinos de esos portales y otros que lo habían sido en su momento y. según declararon ante el juez, abandonaron ese domicilio tras "sufrir acoso" de la mujer y su hijo, ahora juzgados.
Los denunciantes alegaron haber sufrido acoso continuado por parte de esa familia, al ser grabados con teléfonos móviles, recibir insultos e incluso agresiones. Dos de esos testigos declararon que tiempo después de haber dejado de vivir en Hermanos Soria fueron "perseguidos" por la calle. "Solo pedimos que nos dejen en paz", declararon. "Parece que esta familia disfruta en el juzgado", añadieron.
Actualmente, la madre y el hijo no habitan en su domicilio del portal número 5 del bloque de pisos situado en El Carbayedo, a pocos metros de la Factoría Cultural. "Cuando no están, estamos en la gloria", declaró una testigo en la sesión de ayer. La próxima vista será el próximo día 30. Participarán otros cinco testigos, que volverán a respaldar las tesis de la comunidad de propietarios, que ha denunciado un delito continuado de coacciones hacia sus vecinos y también acoso. Para cada uno de esos dos delitos, la comunidad de Hermanos Soria pide dos años de prisión tanto a la madre como al hijo, que ya han sido condenados por motivos similares en varias ocasiones. En total, cuatro años de prisión para cada uno. En su escrito de calificación, la Fiscalía pide dos años de prisión por un delito continuado de coacciones y una orden de alejamiento por tres años.
