El centro de mayores de Las Meanas abrió ayer sus puertas pero a medio gas. Las actividades se mantendrán, pero por el momento habrá que esperar a analizar el comportamiento de la pandemia. Por si acaso, los responsables del centro han mantenido las listas del último curso para evitar las colas de las jornadas de inscripción. Puri Moreno es una de las usuarias del centro y está quejosa porque no habrá clases de zumba. "El Ayuntamiento tiene que poner solución porque tiene locales disponibles en varios sitios", destacó esta vecina. Las clases de zumba no se darán porque "no existe un lugar adecuado por la falta de ventilación", señaló la responsable del centro, Camino Fernández, quien también explicó que, por el momento, los usuarios puedan acudir al centro para jugar al parchís o echar un vistazo a la prensa como Mario Díaz y Juan Merino, que leían LA NUEVA ESPAÑA. Ambos eran conscientes de que el centro ha de reducir su aforo al 30 por ciento. "Hay que adaptarse, todo es por medidas covid", señaló Díaz.
Como máximo, el centro de mayores de Las Meanas tendrá capacidad para ochenta personas. Antes de entrar, esos usuarios han de estar registrados, se les medirá la temperatura y deberán usar mascarilla y cumplir con las correspondientes medidas de higiene. Los grupos de los futuros cursillos también serán reducidos en cuanto al número de participantes y los tiempos. Habrá diez personas como máximo y las clases serán de 45 minutos frente a los anteriores de una hora. La cafetería seguirá cerrada, por lo que toca esperar, para tomarse un café, para el inicio de los talleres y para volver a dar vida al centro de Las Meanas.
