Desde que la crisis del ladrillo arrasara en 2009 y años sucesivos el empleo del sector de la construcción (22.000 puestos de trabajo afectados en la comarca, según las cuentas de la UGT) se viene detectando un fenómeno consistente en que antiguos empleados por cuenta ajena rezan como autónomos si bien, y así lo han demostrado muchas sentencias, la relación laboral con los empleadores es de total dependencia. Es lo que se ha venido en llamar la figura de los "falsos autónomos" de la construcción, una práctica que los sindicatos decidieron combatir con todas sus armas a partir de 2016, año en el que se suscribió el primer convenio de colaboración con la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon) y algunas administraciones públicas como el Ayuntamiento de Avilés al objeto de detectar esas bolsas de fraude y regularizar la situación laboral de los afectados.

Los resultados de esa campaña, según detalló ayer el secretario regional de la Federación de Industria y Construcción de la UGT, Jenaro Martínez Paramio, son alentadores: "Hemos conseguido voltear la tendencia creciente de la gráfica que reflejaba el trasvase de trabajadores por cuenta ajena al sector de los autónomos. Es decir, las medidas de control y persecución de ese fraude ya van dando frutos, por lo que renovaremos los convenios suscritos en su día a la vista de que han resultado eficaces".