La vena solidaria de los estibadores del puerto de Avilés ha hecho posible el reparto entre los meses de mayo y septiembre de 353 lotes de comida (5.500 kilos) entre familias necesitadas de los concejos de Avilés y Castrillón, que son los territorios en los que se extienden los muelles portuarios. Esos alimentos fueron pagados con el dinero donado por los estibadores, 15.000 euros en total, y repartidos por dos tiendas de cercanía elegidas adrede para favorecer la economía local: Delicatessen Antonio en el caso de Avilés y Alimentación Marlec, de Raíces, en Castrillón.
Los estibadores contactaron con entidades que, bajo su punto de vista, podían hacer de puente social para hacer llegar la comida a familias que verdaderamente la necesitan: las parroquias de San Nicolás de Bari y Santo Tomás de Cantorbery, además de la Fraternidad de Francisco, en Avilés; y las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazaret (Salinas) y la parroquia de Piedras Blancas en Castrillón.
El colectivo laboral del puerto decidió tener este gesto humanitario en el momento en que se decretó el estado de alarma y muchas familias vieron caer en barrena sus economías. Para financiar el operativo solidario, los estibadores "rompieron" la hucha social que nutren con aportaciones provenientes de sus cotizaciones al Sindicato de Estibadores del Principado de Asturias (SEPRA), el único con representación en el comité de la sociedad de estiba avilesina. Se da la circunstancia de que el único trabajador ajeno a este sindicato en la plantilla de estiba (32 personas), al serle comunicada la acción solidaria que se iba a emprender, también quiso colaborar y puso dinero de su bolsillo.
