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Píldoras de salud

Trastorno mental sin metáforas

Afesa atiende a 350 socios entre enfermos psíquicos y familiares con el ánimo de mejorar su calidad de vida, romper estigmas y velar por sus derechos

Asistentes al taller de poesía de Afesa, ayer, en su sede avilesina. MIKI LÓPEZ

Federico Pérez tiene 55 años cumplidos en septiembre. Sufre enfermedad mental, aunque a él le gusta más decir que tiene un problema: "Soy de una manera determinada que no encaja con los cánones más convencionales". Pérez es uno de los más de 350 socios que tiene en Avilés la delegación de la Asociación de familiares y personas con enfermedad mental de Asturias (Afesa), con la que LA NUEVA ESPAÑA inicia una serie de reportajes dedicados a los colectivos de enfermos de la comarca avilesina. Esta asociación con sede en la plaza de Santiago López inició su andadura allá por 1993, poco después de la reforma psiquiátrica, y desde entonces no ha dejado de trabajar por un objetivo: "La mejora de la calidad de vida de las personas con enfermedad y sus familias y/o allegados, la defensa de sus derechos universales y la representación del movimiento asociativo, a través de un modelo de atención de base comunitaria y de la lucha contra el estigma", subraya Ana Fernández, trabajadora social del colectivo en Avilés.

La actividad, eso sí, se ha visto ralentizada en los últimos meses: "Somos un sector olvidado a raíz del coronavirus", señala Federico Pérez, que lamenta que talleres muy atractivos para los usuarios como el de cocina o repostería se hayan tenido que suspender temporalmente. Le consuela, eso sí, que siga vivo el de poesía. "Aunque yo no lo inventé si fui uno de los impulsores", dice este hombre que disfruta cada lunes entre versos. "Aquí no tenemos a Shakespeare dando el taller pero el resultado terapéutico, que es lo que importante, es igualmente bueno. Con el taller de poesía a veces decimos cosas mediante metáforas que de otra forma no nos atreveríamos".

Pérez es un defensor de Afesa, y en el local social, que abre en horario de tarde, se siente como en casa. Los socios (y no socios) pueden leer el periódico, 'enredar' con el ordenador o meterse en alguna actividad que les motive. Pero hay más. Los usuarios con problemas de salud mental cuentan con un programa de apoyo psicológico grupal que dirige una psicóloga y en el que los participantes deciden qué quieren trabajar en un momento dado: medicación, conciencia de la enfermedad, toma de decisiones? "Tenemos también programas de rehabilitación psicosocial y terapéuticos", explica Fernández. Entre ellos están el de poesía, pintura y dibujo, relajación ,cine, musicoterapia? "También realizamos salidas culturales y de ocio y tiempo libre: intentamos acercarnos a la comunidad", explica la trabajadora social que está en Afesa en horario de mañana.

Como novedad debutaron el año pasado con cursos de jardinería y limpieza de inmuebles orientados a la formación de los usuarios, pero este año la pandemia también ha cortado las alas al proyecto. "Estaba pendiente uno de informática pero no sabemos qué pasará con él", señala Ana Fernández, que hace hincapié en otro programa de Afesa: el de acompañamiento integral a personas con enfermedad mental grave. "En este caso trabajamos individualmente con personas que suelen necesitar apoyo para hacer la compra, coger el autobús, manejar dinero?". A todo esto suman las campañas de sensibilización para romper el estigma contra el enfermo mental: los usuarios de Afesa suelen tener, de media, 50 años. La mayoría sufre trastorno mental grave.

Para las familias, la otra pata de este colectivo muy arraigado en la ciudad, también hay distintos programas como la "Escuela de familias". Los socios pagan una cuota anual de 60 euros. Pero también se puede hacer uso de los servicios de Afesa sin asociarse. "Somos una asociación declarada de utilidad pública", subraya Ana Fernández.

Federico Pérez da fe del buen hacer de ésta que ya es su segunda casa. Los suyos, entre tanto, ya están preparando los actos conmemorativos del 10 de octubre: Día mundial de la salud mental, una jornada que tiene por fin recordar que la salud de cada individuo es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias.

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