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MARÍA JOSEFA SANZ | HISTORIADORA, CRONISTA DE AVILÉS Y EXPERTA EN EL CAMINO DE SANTIAGO

"El Camino de Santiago sufrió una crisis cuando se buscaban solo subsidios económicos"

"En los primeros momentos marcamos la ruta jacobea con flechas amarillas y con bolsas de charcutería de supermercado"

María Josefa Sanz, historiadora. MIKI LÓPEZ

La historiadora María Josefa Sanz, profesora honoraria de la Universidad de Oviedo y cronista oficial de Avilés, ha dedicado muchos años a la defensa y estudio del Camino de Santiago. Fue presidenta de la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago, un colectivo cuya actividad ha sido fundamental para entender el auge y el reconocimiento oficial de las vías jacobeas que atraviesan Asturias.

- En los últimos años, da la sensación de que el Camino ha experimentado un resurgir. ¿Es así?

-Sí. Cuando empezamos a trabajar en el Camino, a finales de los años 80, se reían de nosotros. Cuando decíamos que estábamos buscando y recuperando el Camino, no nos hacían caso porque a todo el mundo le habían metido en la cabeza que no había más Camino que el Francés. Pero teníamos un sostén importante que era Juan Uría, que desde 1947 se dedicó al estudio de los caminos de peregrinación asturianos. Así se empezó, sin ayuda de nadie y a partir de los estudios de Uría. Éramos diez locos, unos trabajando sobre el terreno con mapas y otros haciendo estudios; de todo ello salió el mapa de los Caminos de Santiago por el norte: el Primitivo, el Camino del Norte y el de León a Oviedo.

- Pero todo eso no tenía reconocimiento oficial, ¿no?

-Estaba todo sin reconocer. Pedimos audiencia a Carmen Calderón, que entonces era directora de Cultura en el Gobierno de Juan Luis Rodríguez-Vigil. Fuimos a hablar con ella solo para que diera dinero para comprar cinta amarilla, porque estábamos marcando el Camino con flechas amarillas y en las zonas en que no había muros de piedra o piedras en el camino donde pintar la flecha, para marcar en las ramas de los árboles estábamos utilizando bolsas de charcutería de supermercado, que eran amarillas, cortadas en forma de cinta. Cuando llegamos a la Consejería, ella se dio cuenta de que hacíamos un trabajo por el que ellos pagarían mucho dinero. Y desde ese momento la consejería comenzó a encargarse. Aunque también tuvimos resistencia desde otras consejerías, en concreto de Turismo.

- ¿Por qué?

-No había ningún albergue en activo, y nosotros abrimos albergues en Oviedo, Tineo y Grandas de Salime. En un primer momento, desde Turismo creían que podía suponer una competencia para la hotelería, y de ahí que estuvieran en contra. Pero pudimos abrir esos tres. En Oviedo, se firmó un contrato entre la asociación y el Ayuntamiento, que cedió unos bajos frente a la iglesia de Santo Domingo, en un lateral, en la calle de San Melchor de Quirós, entonces Fray Melchor. En Tineo, nos cedieron un local en en el antiguo matadero, y en Grandas de Salime en el cuartón del ayuntamiento, que era lo que antiguamente hacía las veces de calabozo. Tuvimos suerte de que las literas nos las dieron el Ejército y la Marina. Así arrancó, y empezó a sonar, el Camino.

- En esos años se crearon varios albergues más, ¿no?

-Sí. Durante el gobierno de Sergio Marqués, con Trinidad Rodríguez en Cultura, se hicieron albergues en escuelas como las de Sebrayo, Las Regueras, Borres? Fue una idea que le lancé a Trinidad Rodríguez, después ella habló con Educación y se empezaron a convertir esas antiguas escuelas en albergues, consolidando así una red de albergues pequeños, pero muy completa.

- ¿Qué oportunidades ofrece Avilés en el marco del Camino de Santiago?

-Somos la primera villa del norte de España que tuvo fuero. Fuimos una villa a la que llegaban desde Francia e Inglaterra barcos con peregrinos, que viajaban como huéspedes en navíos de carga. Aquellos barcos eran como los aviones de esa época. Desde aquí salieron muchos peregrinos. Hay una justificación histórica total. Avilés era una villa medieval muy potente en el momento en que la peregrinación se hizo fuerte. Primero por el hospital de peregrinos, luego de caridad, de la calle Rivero, ya desaparecido. Aquel Avilés fue capital de la costa del Cantábrico durante mucho tiempo para la recepción y envío de peregrinos.

- ¿Qué más hitos se superaron en estos años?

-El tercer Congreso de Asociaciones Jacobeas, que se celebró en Oviedo en 1993. A ese congreso vinieron asociaciones del País Vasco, de Valencia? era la constatación de que había más caminos que el Francés. Ahí empezamos a desarrollar una red de colaboración. Y luego está la iniciativa de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, de Tineo, que tienen un meritazo. Ellos promovieron la primera Mesa de Alcaldes, allá por 1994 o 1995: esa fue la primera vez que se sentaron los ayuntamientos a hablar con las asociaciones para ver qué se podía hacer con el Camino. La cosa fue rodada desde entonces, salió a flote algo que estaba ahí, pero a lo que nadie hacía caso. El culmen de todo este proceso fue la declaración por parte de la Unesco de los Caminos del Norte como Patrimonio Mundial, ya en 2015, con lo que nos ponían al mismo nivel que el Camino Francés.

- De esa declaración, no obstante, se quedó fuera el Camino de El Salvador.

-Eso fue culpa de la Junta de Castilla y León. La Diputación de León estaba con nosotros, e incluso había albergues en localidades como Cabanillas o Buiza. La Diputación de León estaba a muerte con nosotros para conseguir incluir el camino entre León y Oviedo en la declaración, pero la Junta de Castilla y León decía que no. Fue algo muy duro, y el presidente de la Diputación de León estaba enrabietado porque encima él era de Cuadros, y el Camino pasa por Cabanillas, que es una localidad de ese municipio. Luchó con todo, pero no cedieron. Pero no solo nos pasó a nosotros: el País Vasco quería incluir el Camino por el Interior, que pasaba por Irún, Vitoria y Burgos, encajando con el Camino Francés. La Junta de Castilla y León también se negó, aunque ellos encontraron una alternativa, un camino antiguo que unía Vitoria y Logroño, y así consiguieron incluirlo.

- ¿Por qué se negaba la Junta de Castilla y León?

-Ellos no querían ninguna desviación del Camino Francés, aunque ésta no lo era: temían que les restara gente, y no vieron que en realidad les mandábamos gente para allá. Admitieron el Camino Francés y el Zamorano, y la Ruta de la Plata, pero los enlaces Asturias-León y por Burgos no.

- Debió ser duro ver cómo una decisión política pesaba más que los informes de especialistas, ¿no?

-Es que tú no puedes presentarlo, tiene que ser la autoridad competente. Pasó que conseguimos unir a todo el Norte y por eso se pidió y se consiguió, por el apoyo del País Vasco, Asturias, Cantabria y Galicia. Pero la verdad es que ya estábamos entrenados, porque en un primer momento también tuvimos una oposición tremenda de Galicia para impulsar el Camino Primitivo: ellos solo querían el Camino Francés y al principio nos boicotearon.

- ¿Pero por qué?

-Por lo mismo, porque pensaban que les iba a restar gente, nunca pensaron que fuese a sumar. Y en realidad era encaminar gente, porque como yo siempre digo el Camino de Santiago empieza en la puerta de la casa de cada uno. Y si el peregrino puede ir de Oviedo a Santiago por un cambio directo, no baja a León. Y si vive en la costa, no va al interior.

- ¿Cómo ve los preparativos que se están haciendo en torno al Xacobeo-21?

-Tal y como se viene leyendo en la prensa, una vez más sólo se busca 'capitalizar' un hecho que es universal, y hacerlo fundamentalmente desde el punto de vista del turismo y de solicitar ayudas cuando tantas cosas se pueden hacer con los mimbres que tenemos y con nuestro propio esfuerzo. El Camino sufrió una fuerte crisis cuando en él se buscó sólo los subsidios económicos. Y, por cierto, Oviedo, y con Oviedo Asturias, hemos dejado perder un año más algo que es esencial nuestro. Durante todo el mes de septiembre se celebra el Jubileo de la Santa Cruz, y yo no he visto ninguna difusión más allá de la actuación del cabildo catedralicio, pero sin promoción publicitaria alguna, y la actividad que siempre realiza la Asociación Asturleonesa de Amigos del Camino. Estamos menospreciando lo propio por el relumbrón de algo que es común a muchos. Y perdiendo una gran oportunidad. Según textos medievales lo que contiene la Cámara Santa es el mayor número de reliquias del mundo cristiano.

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