"De la mar el mero y de la tierra, el pescadero". El responsable de la pescadería Casapesca, Samuel Guillén, modificó ligeramente el refranero español para anunciar que tenía en sus mostradores un mero de nada más y nada menos que 23 kilos de peso. "Aunque los hay, no es un rareza, pocas veces los hemos tenido tan grandes en la pescadería", señaló Guillén, que vendió este pescado blanco en un suspiro a un hostelero de la ciudad. El mero de 23 kilos de peso fue capturado en el golfo de Vizcaya y desembarcado ayer mismo en la rula avilesina. Guillén suele comprar cuando tiene posibilidad especies que destacan por su tamaño poco habitual en los mostradores de las pescaderías.