Pedro Menéndez era hace más de cuatro siglos y medio lo que ahora sería un "influencer": prueba es que con unas palabras bien hiladas fue capaz en su momento de reclutar a decenas de marineros con los que viajar a la conquista de la Florida, una aventura harto complicada. Ahora, en lugar de hombres fornidos, el conquistador avilesino, capta la atención de decenas de avilesinos y también turistas que, a iniciativa de los vecinos del centro, tienen la posibilidad de conocer algunos capítulos de la historia, de cómo el "sueño americano" es asturiano. A diferencia de otros años, la recreación del alistamiento no se realizó por las calles de la ciudad, sino que se ofreció una representación teatral a las órdenes de Nacho Montera en la plaza de Camposagrado. Las entradas se agotaron. El espectáculo comenzó dieciocho minutos después de la hora prevista y con el público a menos de 37 grados centígrados: a todos se les tomó la temperatura de acuerdo al protocolo covid-19.
Ana Uría, por ejemplo, se inscribió para disfrutar del espectáculo teatralizado por el dramaturgo José Rico porque le interesa, dijo, la historia. "Y nunca hasta hoy (por ayer) pude disfrutar de las actividades que organizan los vecinos del centro en relación a Pedro Menéndez". María Ángeles Menéndez, Eloína Menéndez, Puri de Diego y María Mercedes Fernández también se apuntaron. "Vimos el año pasado el reclutamiento y decidimos venir", indicaron. Entre el público había sobre todo personas de mediana edad, pocos niños. También se acercaron hasta la plaza de Camposagrado muchas personas que no sabían de la actividad e intentaron acceder sin éxito al recinto. "Se han ocupado las cien sillas y si llegamos a tener el doble se habrían ocupado igual", dijo Pablo Castañón, de la Asociación de Vecinos de Avilés centro, que valoró también la buena acogida de la cena de Acción de Gracias que se celebró el viernes por la noche, también teatralizada.
Mientras el público tomaba asiento, los del colectivo vecinal se mostraban nerviosos antes de la representación en la que compartieron escenario con el intérprete asturiano Pablo Castañón durante aproximadamente una hora, aunque coincidieron sobre las tablas más de tres personas a la vez como medida de seguridad contra el coronavirus. "Llevamos toda la tarde mirando las nubes negras", confesaba Flor Nicieza. Y es que en caso de lluvia no había plan "b" más que suspender la función.
Gladis Menéndez, también vestida de época, aseguró estar feliz. Y cuando, por fin, comenzó la función, salió un Pedro Menéndez, de traje negro, que se reunió con el gremio de carpinteros y madereros representando a la Mesa de Mareantes a los que solicitó el firme compromiso de proveer la madera necesaria para que los carpinteros de ribera de Sabugo pudieran construirle las naos. Con ellos habló del pecunio, de cómo trasladar los troncos y también de las labores a desarrollar por los serradores. Luego continuó la obra repasando los capítulos de la historia de Pedro Menéndez más conocidos: pidió que se colgaran bandos de alistamiento por todos los puertos y desde los púlpitos. Explicó que los marineros del Cantábrico viajarían a Canarias para, después, partir de Cádiz rumbo a "las Américas".
El Pedro Menéndez real tuvo en su día éxito: fundó el primer municipio de norteamericana: la ciudad de San Agustín. Gobernó dicha provincia con título de adelantado mayor perpetuo y también fue gobernador de la isla de Cuba entre 1567 y 1574. Es el más grande conquistador que ha tenido Asturias y su ciudad natal lleva ya unos años volcada en darle el reconocimiento que merece su paisano, que hoy podría ser un "influencer" aún en plena pandemia por covid-19, a juzgar por el público que mueve. La explicación a esto la tenía Gladis Menéndez: "Pedro Menéndez ya sabe lo que es la peste, por eso lleva bien el coronavirus".
