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La ampliación de Azsa de los 100 millones progresa y estará en primavera de 2022

Las obras se retrasaron a causa de la pandemia, pero la semana que viene quedará completada la excavación del antiguo parque de intemperie

La nueva grúa, en el momento de ser desembarcada, ayer.

La ampliación de los 100 millones de euros -la nueva nave de electrólisis- avanza según el calendario previsto por la fundidora de cinc del conglomerado de empresas internacional Glencore. Y esto es así pese al retraso que hubo en el comienzo de las obras porque la licencia del Ayuntamiento de Castrillón fue concedido este pasado mes de marzo y los trabajos de adecentamiento de los terrenos del antiguo parque de intemperie no comenzaron hasta junio, levantados entonces ya los sucesivos estados de alarma. Pese a esto, la compañía mantiene el plan previsto: que en la primavera de 2022 la nueva instalación eche a andar a toda máquina.

Hasta llegar ahí, sin embargo, quedan meses de intensidad operativa. La primera fase de la ampliación -la mayor de las previstas en las grandes empresas de la comarca avilesina- está, pues, desarrollándose de tal modo que ya se ha concluido la etapa de demolición de las antiguas instalaciones eléctricas y, en unos días -la semana próxima-, se hará lo propio con la de la excavación, que es la previa a los cimientos. De este modo, desde la empresa confían en que en la primavera de 2022 la fábrica de San Juan de Nieva -la tercera del mundo de su sector- será aún mayor.

El detalle del proyecto de la obra de San Juan de Nieva es construir una nave de electrólisis que va a sustituir a las dos más antiguas (la A y la B). La que se está levantando en el antiguo parque de intemperie (la zona de la instalación fabril en el que estaba los transformadores eléctricos) se llamará E y se levantará en el antiguo parque de intemperie.

Tras la puesta en marcha de la novísima nave, la A y la B se desmantelarán y se liberará suelo. Los sindicatos consultados consideran que por ahí crecerá aún más la fundidora de cinc de Castrillón. Sin embargo, la empresa no tiene prevista por el momento ninguna función para las primeras instalaciones electróliticas, las históricas, las de hace seis décadas.

La nueva nave va a contar también con un nuevo horno de fusión: será el séptimo de los que trabajen en San Juan de Nieva. El incremento previsto con la nueva inversión es de poco más de 10.000 toneladas, es decir, de algo más del 2 por ciento anual.

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