La falta de relevo generacional y la escasa modernización preocupa al sector marítimo. En ello coincidieron ayer los ponentes de la conferencia celebrada ayer "Hacia la Formación Profesional del Sector Marítimo", organizada por la Cámara de Comercio de Avilés. En formato reducido, intercambiaron ideas y vivencias Indalecio Estrada, director del Centro Integrado de FP del Mar; Ramón Álvarez, gerente de la Nueva Rula; Luis Balbín, capitán del MCA Yatch a Mónaco y Javier Sánchez, secretario del CIFP del Mar. El debate fue presencial, ajustado a las medidas covid, y retransmitido online. A ellos se sumó Guillermo Losada, alumno a bordo del "Motor Yact Tales", a través del ordenador. Hubo un mensaje claro: no echar por la borda los frutos - profesionales- que da la mar.

A Ramón Álvarez no le cabía ninguna duda: hay que cuidar la pesca en Asturias, donde casi no hay quien quiera practicar el oficio. Él se echó a la mar cuando tenía 14 años; tradición familiar. Aprendió toda clase de trucos con un marinero muy experimentado al que llamaban "El Rabiao". Uno de ellos fue que hay que subirse al barco con el estómago muy lleno, para los vómitos tras el mareo de las primeras veces. "Con esto quería contar que hay cosas que no se aprenden en el aula, aunque sea muy importante", concluyó, proponiendo recuperar esa figura de "aprendiz" desde la FP Dual -una formación que implica un año en el centro y un año en una empresa-, como cebo para enganchar a gente a la pesca.

En referencia a los aprendices, al capitán Luis Balbín le preocupaba que la preparación escolar no fuera suficiente, ya que existía la opción de que las empresas no le dedicaran recursos al alumno. "En clase, te dan una caja de herramientas para luego desarrollar el trabajo y no se debería reducir", afirmó contundente el exalumno satisfecho del CIFP del Mar. "Hay que adaptar la formación a las realidades", recordó Ramón Álvarez, preocupado por aquellos pescadores que quieren formarse pero no pueden tener el barco parado demasiado tiempo, porque es lo que les da de comer.

El FP Dual del Mar, según indicó Indalecio Estrada, lo intenta abarcar todo: desde los que, como Luis Balbín, quieren capitanear una flota de yates de lujo, hasta aquellos que, como hizo Ramón Álvarez, se echan al la mar jóvenes para aprender el oficio. Desde el CIFP del Mar también emiten certificados de profesionalidad y buscan que sea posible una mayor interrelación entre ambos títulos. Les gustaría que hubiera una opción para conseguir ambas certificaciones a la vez, con un sistema de convalidación por módulos que ya se hace en otras áreas. Y ajustándose a las realidades que mencionaba Ramón.

"Hay muchas oportunidades en el agua. No solo a bordo, sino en el puerto o en las lonjas", señaló Javier Sánchez. Pero para él, una de las ventajas importantes que tiene navegar es que no hace falta mudarse de región para embarcarse; el trabajo es independiente de la base de la empresa, porque realmente, donde se vive es sobre el barco. Así que Asturias no perdería de capitalizar el dinero generado por ese marinero. También coincidió y recalcó la idea del resto: bajo el mar, hay un mundo por explorar. También en el empleo.