Avilés pierde 266 plazas de aparcamiento regulado con las obras de reurbanización del parque del Muelle y su entorno, por la ampliación de las terrazas para favorecer la distancia interpersonal por el covid-19 y por las nuevas peatonalizaciones que se avecinan. Son 118 los estacionamientos que desaparecen por las obras que se están acometiendo en las calles Emile Robín y La Muralla, 95 por la instalación de terrazas (se han ampliado siete en Dolores Ibárruri) y 53 los que se suprimirán con la futura peatonalización de la calle Marcos del Torniello y de un tramo de González Abarca. De estas 53, ya se han perdido nueve por la ampliación de terrazas.
Sacar el tráfico del centro de la ciudad y ganar espacio para los peatones y para una movilidad más sostenible es uno de los retos del Ayuntamiento de Avilés. La pandemia por el coronavirus ha acelerado algunas medidas previstas, como la puesta en marcha de los carriles a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora y peatonalizaciones en zonas concretas los fines de semana para favorecer la distancia entre los transeúntes. A estas se suman actuaciones ya en marcha, como la reurbanización del parque del Muelle, y otras anunciadas, como la peatonalización del entorno de la plaza de La Merced.
La ampliación del aparcamiento regulado en otras zonas, señalaron fuentes municipales, depende ahora de las propuestas y conclusiones finales del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Como ya informó este periódico el pasado marzo, está prevista la ampliación de las plazas de aparcamiento de pago de la ORA (Ordenanza Reguladora de Aparcamiento) en el centro y El Quirinal, así como cambios en las zonas de rotación. Los planes municipales pasan por ampliar las plazas de pago al último tramo de la avenida Constitución (entre La Cámara y la avenida de Alemania) y a la zona de la calle Fuero que, por ahora, es zona libre de estacionamiento.
Una vez que se definan en el Plan de Movilidad (pendiente de ver la luz desde hace años) las nuevas vías públicas que pasan a formar parte de la ORA, se concretará la instalación de los nuevos parquímetros, que contarán con la tecnología necesaria para aplicar la discriminación de tarifas en función del tipo de emisiones de cada vehículo. Ese cambio de los expendedores estaba previsto para este año (forma parte de las condiciones suscritas con la empresa concesionaria, Dornier) pero se ha retrasado por la situación sobrevenida por la pandemia (la zona azul estuvo suspendida durante el estado de alarma).
La pérdida de aparcamiento y el parón del servicio durante el confinamiento y las semanas sucesivas, hasta que se levantó el estado de alarma, ha hecho mella en los ingresos. Técnicos municipales y empresa están analizando la repercusión del parón del servicio en los ingresos y los gastos de la empresa durante ese periodo.
Dornier tiene la posibilidad de plantear una reclamación tal y como establece el artículo 34 del Real Decreto ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del covid-19.
