"No se trata de ganar sino de evitar perder movilidad". Mari Cruz Blanco tiene 59 años. Hace doce le diagnosticaron artritis reumatoide y decidió hacerse socia de la Liga Reumatológica Asturiana (LAR), un colectivo que suma 2.550 integrantes de toda la región, 850 en la delegación de Avilés. "Las personas con enfermedad reumática necesitamos practicar algún tipo de ejercicio. En mi caso las opciones que me daban en los gimnasios no me servían y aquí encontré actividades que me ayudan a mantenerme", explica Blanco en un pequeño paréntesis de una clase de gimnasia a las órdenes de Orfe Antolín, monitora de pilates, que guía los movimientos lentos pero seguros de sus pupilos, de todas las edades.
Al frente de la Liga Reumatológica está Isabel Martín Hidalgo. Sufre artrosis. Llegó al colectivo "cuando se recogían firmas para que hubiera más traumatólogos en Asturias". Poco a poco fue metiéndose de lleno en la asociación que durante años dirigió Manuela García Seijo. "Primero fui tesorera y al marchar Manuela nadie quería asumir la presidencia, así llegué hasta aquí", explica esta vecina de Salinas que reconoce que el trabajo al frente de un colectivo con varias delegaciones es a veces difícil. Pero tiene su secreto: "Calma y tranquilidad". En cualquier lugar, apunta, las satisfacciones ganan a los sinsabores: "Es muy agradecido colaborar y ayudar a personas".
Si algo tienen en común las personas que llaman a la puerta de la Liga es el dolor crónico: artrosis, fibromialgia, artritis reumatoide, espondiloartropatías, fatiga crónica? Muchas de estas enfermedades además de castigar el día a día de los enfermos son también la causa de incapacidad temporal e invalidez permanente. De ahí la importancia de este colectivo que pretende adherir a todas las personas con enfermedades reumáticas, con el fin de informarles y asesorarles a nivel asistencial, laboral, psicológico o social, además de ofrecerles actividades terapéuticas y de reivindicar sus derechos y necesidades. En la Liga todos hablan el mismo idioma: "El no sentirse solo, recibir apoyo y comprensión de otras personas con problemas similares es una ayuda importantísima, que raramente puede recibir de nadie más, puesto que el médico, por muy buena voluntad que tenga, no tiene tiempo".
En la Liga ofrecen un sinfín de actividades para pacientes y familiares si bien han debido suspender o aplazar algunas como charlas o actos grupales en cumplimiento de las medidas sanitarias anticovid. El año pasado el colectivo atendió a más de 16.000 personas de forma presencial, por teléfono, mail o a través de las redes sociales, reflejo de la necesidad que tienen. Hubo más logros: "Gracias al esfuerzo y empeño de nuestros voluntarios conseguimos el aumento de la plantilla de reumatólogos en esta comunidad, pasando de 3 a 17, con la recogida de más de 100.000 firmas. Y continuamos trabajando para que se cubran todas las áreas sanitarias que aún carecen de Servicio de Reumatología", explican.
Aún con las actividades mermadas de público, la Liga continúa adelante por el bienestar de los enfermos reumáticos. "A pesar de que la situación sanitaria aún es crítica, consideramos que es necesario no posponer más estas actividades, dirigidas a reducir el dolor y evitar la incapacidad motora de las articulaciones, para que no se produzca atrofia articular y muscular". En Avilés, por ejemplo, ofrecen clases de ejercicio físico, baile y también tai chi adaptado. Como novedad, esta actividad se imparte al aire libre en el parque Ferrera, y vía "online". La psicóloga Marisol Delgado también trabaja con la Liga, que ofrece asesoramiento a enfermos.
"Recomiendo la Liga a cualquier con enfermedad reumática", concluye Mari Cruz Blanco al finalizar la clase de ejercicio. Acto seguido -y después de desinfectar el aula, en el centro de asociaciones del Arbolón- otro grupo de enfermos participa en una clase de baile con Jorge Sánchez: "El objetivo de estos talleres es que la enfermedad no les limite más, se trata de no perder más que de ganar". En la Liga trabajan como poco por el empate.
